[Review] Horizon Forbidden West: Burning Shores

Burning Shores, el DLC de Horizon Forbidden West, ya está entre nosotros, y es la definición exacta de expansión en un videojuego. ¿Por qué?, porque no sólo se suma una zona nueva y completamente independiente al ya de por sí vasto mapa, sino que los nuevos agregados en gameplay, enemigos y personajes a la sólida base que tiene la secuela protagonizada por Aloy, son realmente buenas propuestas que justifican la decisión de que esta continuación sólo esté disponible en PlayStation 5.

Y cuando digo «continuación», utilizo la palabra con su significado explícito: no podemos acceder a este DLC sin antes haber finalizado la campaña del juego base. Por cuestiones lógicas, y por si alguien está desprevenido, todo lo que sigue puede ser considerado spoiler del juego original. Sin embargo, no hay spoilers del DLC en esta review en cuanto a historia, pero sí en cuanto a las nuevas armas, enemigos y habilidades (por que sino, ¿de qué estaríamos hablando, no?).Entonces, si seguís conmigo, es porque te interesa todo lo nuevo que trae esta expansión, y claramente estás acá para saber si vale la pena incluirla en tu biblioteca. La respuesta es simple y, al mismo tiempo, justifica que sigas leyendo: Burning Shores es el epílogo de Forbidden West. Podemos vislumbrar hacia donde va la aventura de nuestra nora favorita, mientras imaginamos la inmensidad de juego que viene en camino, para una tercera parte que, aparentemente, estará pensada para sacarle humo a la estructura de la PlayStation 5, porque el final de este DLC es asombroso técnicamente.

HISTORIA

Lo que comienza como una aparente excusa para darnos una nueva misión, se transforma en un viaje épico, a una zona completamente nueva caracterizada por sus costas oceánicas y sus ríos de lava. Los Ángeles ya no es lo que era, pero el cartel de Hollywood sigue fijo, bancando cualquier fin del mundo, es que así es la industria del entretenimiento.

La pregunta es: ¿qué demonios hace Aloy en donde otrora se producían los tanques cinematográficos o la escena de baile de La La Land? Simple: Sylens (interpretado por el actor Lance Reddick, fallecido el 17 de marzo de 2023) tiene data sobre un Far Zenith, un «Ancestro Viviente», que no estaba en los registros y que está haciendo de las suyas en esta parte del Oeste Prohibido. La misión de Aloy, por el bien de la Tierra, es entender qué quiere lograr y detenerlo antes de que lo haga.

Nuestra heroína toma las riendas de su alasol y se va, planeando a una nueva zona, mientras habla con su flamante hermana al respecto. Al llegar, descubre por las malas que una torre erigida en medio de una isla ataca a todo lo que se le acerque. Luego de un aterrizaje forzoso, conoceremos a Seyka, que nos acompañará en el resto de nuestra aventura principal, ayudando a Aloy a realizar, también, un viaje introspectivo.

Entrar más en detalle, es arruinar la experiencia de estas 6-9 horas de contenido adicional, en cuanto a misiones tanto secundarias como principales, pero todo confluye en la misión final, donde Guerrilla Games puso el cuellilargo al asador y nos sirvió una porción de lo que será el futuro (¿y final?) de la saga.

JUGABILIDAD

Burning Shores es una expansión que parte de la jugabilidad de su juego base. Si quieren recordar de qué iba, pueden refrescar sus memorias (o ahondar en nuevos conocimientos) en la siguiente review:

[Review] – Horizon Forbidden West

Como buena expansión, Burning Shores amplía las barras de habilidad de Aloy, otorgando cuatro nuevas posibilidades a nuestro gameplay. Las mismas son provenientes de las ramas Cazadora y Curación. En Cazadora encontramos:

–Ataque con garfio contra máquinas: una vez que logremos tumbar a una máquina enemiga, debemos realizar un doble salto para que Aloy se enganche a la misma y caiga con todo el peso de la justicia con su lanza, en un quick time event, donde debemos presionar R1 en el momento justo para realizar un golpe aún más dañino. Esta nueva habilidad cambió el gameplay para bien, ya que podemos disparar a distancia, derribar al enemigo y luego, acercarnos de golpe para, a veces, exterminarlos con una increíble escena.

–Apuntar mientras planeas: así de lindo como suena, ahora podemos planear con el escudo y apuntar al mismo tiempo. ¿Volar con un Alasol, tirarte desde altura y comenzar a planear mientras le disparás a un Quebrantahuesos antes de que pueda empezar a atacarte? Belleza nene.

Por otro lado, en Curación podemos habilitar:

– Resistencia con salud baja: cuando tenemos menos del 25% de nuestra salud, situación cotidiana si jugamos en altos niveles de dificultad, mejora de forma pasiva la velocidad en que la resistencia de armas se recarga, evento que puede definir el resultado de algunas batallas.

– Despliegue de escudos: la verdadera estrella del DLC es este agregado, que permite generar una pared cibernética, como hemos visto en otros juegos, para que nos sirva de refugio mientras cargamos, nos curamos o planeamos la mejor manera de eliminar a nuestros enemigos. ¿Lo mejor? Es transportable y podemos ubicarla donde queramos, para luego reutilizarla. Lo malo es que puede romperse por el daño recibido, momento en el que toca crear un escudo nuevo.

También tenemos nueva arma: el cañón portatil de los Far Zenith. Nuestro brazo se transforma en el de Megaman (o en el de Samus, ¿por qué no?) con este arma creada por la sociedad que nunca dejó de avanzar tecnológicamente. Sus municiones se craftean en base a chispa y esquirlas, por lo que es realmente sencillo estar cargado de ellas. Pero lo mejor, y casi que rompe un poco con la verosimilitud del juego, es que podemos fijar un punto de nuestro enemigo y las «balas» irán directamente hacia allí, logrando eliminar a enemigos que antes costaban varias tandas de flechas en mucho menos tiempo. Además, a medida que avancemos, iremos entendiendo mejor como funciona, desbloqueando otras potentes funciones.

Por supuesto, no podían faltar nuevas máquinas en un Horizon. Una especie de sapo gigante gobierna esta zona de Estados Unidos, y es sinceramente molesto, debido a su gran tamaño y facilidad para saltar largas distancias, cayendo sobre nosotros, mientras emana charcos de ácido a diestra y siniestra. Y donde hay sapos, es porque hay ¡moscas!. Estas nuevas máquinas son drones dedicados a «buchonear» donde estamos, para que las demás máquinas vengan a destruirnos por completo. Por suerte, se eliminan de manera muy sencilla, aún en la máxima dificultad.

¿Sólo dos nuevos enemigos? No, pero de los cuatro agregados, no hablo de uno para mantener la sorpresa intacta. El tercero, sin embargo, no es muy diferente a lo que habíamos visto, pero sí presenta una nueva forma de jugar: el hidroala. Como su nombre indica, es muy similar al alasol, ese mecha-terodáctilo que podemos montar desde la última parte de Forbidden West. Sin embargo, el hidroala permite que lo montemos, y que en pleno vuelo… ¡podamos sumergirnos en el agua!. La sensación de poder volar hasta las nubes y bajar en picada para meternos en el océano y poder avanzar «nadando» sobre el lomo de la máquina es maravillosa. Y si no nos gusta nadar, les presento el esquife, que sirve básicamente, para pasear:

La exploración estará a la orden del día, porque ¡tenemos todo un nuevo mapa para recorrer!. Si bien proporcionalmente es una zona «pequeña», está repleta de cosas, incluso cuando recorremos algún lugar que no se ve precisamente lleno de vida… Es cuestión de esperar a que las cosas sucedan en cuanto a lo narrativo, que nos develará todos los aspectos que necesitamos entender para sacarle el jugo a la exploración.

También algunos puzzles narrativos son innecesariamente largos, lo que convierte a la situación en algo tedioso. Como último agregado para comerciar, encontraremos como nuevo recurso en nuestros viajes, el filobrillante, un material precioso que ilumina las zonas en las que se encuentra.

Párrafo aparte y final de jugabilidad, dedicado exclusivamente al DualSense, que está configurado con resistencias y vibraciones que sólo otorgan inmersión en el gameplay, mejorando significativamente la experiencia. Es necesario que más juegos utilicen la vibración háptica y la resistencia del DualSense, es realmente una herramienta increíble para acompañar en juego y hasta narrativamente todo lo que sucede.

PRESENTACIÓN

Horizon Forbidden West: Burning Shores es mayormente un deleite audiovisual. Que sólo funcione en PlayStation 5 es una decisión que puede ser criticada por quien no vio como corre este juego, y menos aún, como es que termina este DLC. Por supuesto, no tengo una forma específica de corroborar lo que estoy a punto de escribir, más que mera intuición: no hay forma de que este agregado corra como debe en PlayStation 4.

No hablaré del final en cuestiones de historia, ni siquiera verán una foto del mismo. Solo mi comentario, que dice que deben jugar esto para entender hacia donde apunta la nueva generación. La inmensidad de lo que procesa este motor gráfico hizo que me replantee que, con el dinero y trabajo suficiente, cualquier historia pueda ser contada, incluso aquella que tiene proporciones épicas en cuanto a escenarios, y todo lo que sucede en el mismo.

Otra mejora que se trabajó es el hecho de poder volar hasta las nubes. Sobrepasarlas, contemplarlas y poder atravesarlas ya es una posibilidad, no más un anhelo. En el juego original, montar el alasol se permitía hasta cierta altura, pero ahora, más que nunca, el cielo es el límite.

Se sigue viendo genial, sigue corriendo perfecto en modo rendimiento y mayormente estable en modo calidad, aunque se sufren los 30 fps en este último. Personalmente, sacrifico lo visual por sobre el rendimiento en este tipo de juegos que exigen que nos movamos rápido y efectivamente para no morir. Los bugs visuales en cuanto al ondeo del pelo de Aloy o en ciertas combinaciones de equipo siguen ahí, pero ocasionalmente. En cuanto a rendimiento, es el estándar de lo que se espera para cualquier juego triple A en el futuro.

Su modo foto sigue siendo excepcional, pero con todos los agregados de la expansión, las posibilidades son aún mayores para quienes amamos los cielos o fotos acuáticas. Y qué decir de usar la habilidad de apuntar en el aire para tomar una foto cayendo y apuntando al mismo tiempo.

SONIDO

No hay novedades por aquí más que nuevas composiciones que se suman a la ya muy original banda sonora del juego base. Los últimos temas son realmente épicos, pero en el momento de escribir esta review, aún no están disponibles para ser escuchados. Si quieren escuchar de qué se trata, deben terminar el juego o se verán afectados en cuanto a sorpresa narrativa, porque sólo uno de los nuevos temas está disponible, pero no es de forma oficial y contiene en el título todo lo que estuve evitando decir durante esta review.

CONCLUSIÓN

Sí, Burning Shores es el DLC que todo juego base quisiera tener en sus filas. Expande la ya muy grande idea de juego de Forbidden West, invitándonos a que descubramos cómo sigue (o mejor dicho, finaliza) la historia de su juego. Porque si bien ya vimos un final correcto, esta expansión propone un sneak peek para la tercera parte de la aventura de Aloy, con todo lo que se avecina y demostrando lo que se puede lograr técnicamente.

¿Es perfecto? No, tiene algunas fallas visuales y en colisiones, quizás más variedad de máquinas hubiera sido interesante, y algunos puzzles son simplemente aburridos. Es probable que, en un futuro, el juego base y el DLC formen un paquete completo, momento ideal para conseguir esta expansión si es que no te apura demasiado la idea de jugarlo.

En cuanto a mi opinión personal, estos juegos son los que nos muestran el verdadero poder de la consola de Sony, por lo que, si posees una PS5 es casi obligatorio que juegues esta expansión, para darte una idea de todo lo que puede venir en esta generación. Lo disfruté mucho y estoy en proceso de platinarlo. Mientras tanto, acá estaré, Némesis, esperándote, para utilizar el arco una vez más junto a Aloy.

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