Bethesda presenta, luego de mantener este proyecto en misterio durante años desde aquel tráiler en 2018, el esperado RPG espacial, Starfield, el primer universo nuevo de la empresa en 25 años. Una nueva IP que trae consigo muchísimas cosas, tanto buenas como malas, en este 2023 de pesos pesados para el gaming.
Conviene, antes de iniciar con la review, hacer varias aclaraciones. Starfield fue, en las semanas posteriores a su lanzamiento, un juego controversial. Sufrió una serie de lo que se llaman «review bombing», suceso que indica varias críticas negativas en páginas como Metacritics, realmente sin motivo o explicación, otras con sustentos ambiguos. Sin embargo, el último RPG de Bethesda bien tiene sus fallas, y no es un total fracaso como se comenta. Todo lo contrario: tiene mucho que dar y presentarnos. Y si bien, no todo lo que se prometió está dentro del juego y hay varios detalles que dejan que desear porque se vendió como algo que no era (sí, te estoy viendo Todd), Starfield no deja de ser una experiencia inigualable en materia de RPG espaciales para todos los fans de la ciencia ficción.
El juego tuvo una serie de críticas positivas y una excesiva cantidad de ventas, siendo uno de los productos hasta la fecha, más vendido de Bethesda, y ocupando durante días puestos altos dentro del top de juegos más jugados en Steam, junto con Baldur’s Gate 3. Luego de varias horas de juego encima, trataré de develar un poco acerca de Starfield y si realmente vale la pena, luego de todo lo que posiblemente hayas visto en las redes.
HISTORIA
Antes de comenzar hablando de cualquier cosa, tenemos que comenzar por lo que es, sin duda, el gran punto fuerte y estructural de todo el juego, que es su historia. Si bien se podría decir que la trama principal quedaría como algo más dentro de este universo tan grande, la historia de Starfield me pareció sorprendentemente buena, absorbente e interesante. Cada misión relacionada con la trama principal revela nuevas posibilidades, viajes y misterios que te invitan a querer saber más. Es como si constantemente te dijeran: ¿Realmente sabés contra qué te estás enfrentando? Acá en Gaming Coffee no queremos dar spoilers de lo que se viene, porque sería arruinarte una experiencia espectacular. Lo que sí te voy a contar es acerca del contexto en donde se sitúa Starfield que también es de lo más interesante:
La humanidad se ubica en el año 2330 A.D en pleno desarrollo de las tecnologías avanzadas que permiten viajar de un lado al otro del universo, con motores gravitacionales y naves espaciales no tan alejadas de la realidad para sentirse fantasía. En este contexto tenemos dos grandes facciones: Las Colonias Unidas (CU) y el Colectivo Freestar, las cuales terminaron en una paz tensa luego de años de guerra. Ya se nos habían presentando diferentes facciones con los tráilers previos, pero aquí te las resumo para mayor comodidad:
- Constelación: Este es nuestro grupo: una asociación de exploradores espaciales comprometidos a encontrar los secretos del universo. En una época que presupone que ya todo el espacio está conocido, estas personas van más allá y se preguntan: ¿Realmente es así?
- Las Colonias Unidas: Una de las facciones más poderosas, una república centralizada que tiene su propio ejército y bastante peso en la política de los Sistemas Colonizados. La ciudad representativa de esta facción es Nueva Atlántida, donde también se ubica La Logia de Constelación.
- El Colectivo Freestar: la otra facción importante dentro de los Sistemas Colonizados, son una confederación libertiniana de tres sistemas estelares.
- La Flota Carmesí: En un mundo donde reinan los viajes espaciales no pueden faltar obviamente piratas espaciales. La Flota es una confederación de piratas individuales.
- Las Industrias Ryujin: una empresa de tecnología.
- La Casa Var’ruun: un grupo de cultistas fanáticos religiosos.
Dentro de la historia del universo podemos encontrar varios puntos importante que demarcarán el contexto actual de la historia. Las CU y el Colectivo Freestar estuvieron en guerra durante 20 años entre 2310 y 2330 cuando por fin se firmó la paz incómoda que se extiende hasta ahora. Y la Flota no perdió chances de expandirse en esta guerra y postguerra.
Yéndonos un poco más atrás en el tiempo, la historia de Starfield comienza en el año 2050 cuando por fin la humanidad pisa Marte. Bastan otros 50 años para que logren salir de la Tierra y vivir en el espacio con relativa estabilidad. Luego, llegarían a Alfa Centauri en el año 2156, y comienzan a dividirse en facciones.
Con la fundación de las CU en 2159 y la ciudad capital de Nueva Atlántida y en 2167 con Solomon Coe colonizando Cheyenne y fundando el primer asentamiento que, a futuro sería la ciudad de Akila, y años más tarde en 2188 invitando a Volii a forjar una alianza, fundando oficialmente el Colectivo Freestar.
Comienzan los conflictos entre pueblos con la gente del sistema Narion, que le exigen a las CU que retiren una nave en la órbita de Deepala. Ante la negativa de la CU el pueblo de Narion se une al Colectivo Freestar y un año más tarde movilizan defensas en el sistema. Las CU responden con su flota en el año 2196 y estalla la primera guerra espacial. Por fin, en el año 2216 se firma el tratado de Narion tras sentir el desgaste de la guerra.
En el año 2275 aparece el fundador de Constelación: Sebatian Banks, juntando a un grupo de científicos, médicos, exploradores y un excontrabandista en un solo grupo alineados en un objetivo en común: buscar el conocimiento. La sede de La Logia se ubica en Nueva Atlántida y recién en 2310 adquiriría el primer Artefacto.
La guerra no tarda en volver, con el Colectivo Freestar estableciendo unas operaciones agrarias en el plantea Vesta, en el 2307, y solo un año después las CU declaran que el colectivo rompió el Tratado de Narion al colonizar un cuarto sistema estelar. La diplomacia queda de lado y se toman las armas, las CU asedian Vesta y erradican a todas las personas que defendían el planeta, comenzando así la Guerra Colonial.
La batalla de Cheyenne en 2311 finaliza la guerra colonial. Una pequeña flota civil y militar arrasa con las fuerzas de la CU con tácticas relámpago. En respuesta a esto, las CU fundan La Vanguardia en 2315, una armada civil que defiende las colonias a cambio de ciudadanía.
En 2319 Sarah Morgan se vuelve la cabecilla del cuerpo de navegantes de las CU, que tuvo poco tiempo de vida, ya que fue cerrado en 2320 y por esto se une a Constelación. En 2321 Walter Stroud, co-fundador de una de las empresas más grandes de manufactura de naves espaciales se une a Constelación como soporte financiero. En 2322 se une Vladimir Sall, ex miembro de la Flota Carmesí se une a la organización, seguido en 2325 por el teólogo Matteo Khatri. En 2326 Barret encuentra el artefacto original en los archivos de Constelación y supone que hay algo más detrás de todo esto. En 2326 se une a la organización Noel, una joven y dotada científica. En 2327, el Comando del Colectivo Freestar, Sam Coe con su hija Cora se unen a Constelación. En 2328 aparece Andreja. En 2328 Constelación se hace con la estación espacial L-868 y la modifican para ser un gran escáner espacial de profundidad llamado «El Ojo».
Dos años más tarde, en 2330, en una empresa minera, nuestro protagonista encuentra un extraño artefacto, entrando en escena de este gran mundo espacial. Si bien muchos nombres ahora no nos suenan, serán personajes claves para nuestro viaje a lo largo y ancho del universo.
JUGABILIDAD
Adentrándonos en profundidad dentro de lo que nos interesa, tenemos múltiples pilares importantes dentro de Starfield, que para mayor facilidad vamos a dividir en: Exploración, Combate, Creación, Naves Espaciales y Personalización.
Tengo que admitir que fui un poco escéptico de las posibilidades que podía brindar este RPG, luego de haber leído varias reseñas que variaban entre «el mejor juego del año» y «una terrible desilusión», pero me encontré con grandes sorpresas y amargos desencuentros. Cabe aclarar que, estamos ante un RPG o Role Play Game. Y esto no es un dato menor. En los RPG se prima la historia y el desarrollo de los personajes más que otros aspectos, y Starfield destaca en esto: tiene una excelente variedad de historias, misiones secundarias, una rica historia para explorar, llena de misterios, facciones, actividades secundarias. Nunca te quedás sin cosas por hacer porque hay mucho, muchísimo contenido. Vi por diferentes partes de la red que lo comparan con Skyrim y con Fallout, y si bien puede ser una aproximación certera tratar de igualarlo con otros títulos RPG de Bethesda, Starfield destaca en algo importante: la cantidad de contenido disponible para explorar e investigar.
La manera en la que te van introduciendo en la historia es, sin duda, un punto fuerte. Te lanzan de lleno a investigar un misterio que no tiene comparación en los 300 años de historia de la humanidad. Y a medida que vamos avanzando en la trama se van desprendiendo millares de secundarias, misiones de facciones, actividades secundarias que salen de casualidad al escuchar una conversación de por ahí o al leer un registro de viaje, una bitácora perdida, que nos puede llevar a un viaje de horas por la galaxia hasta encontrar un tesoro perdido, una nueva forma de vida, una base abandonada o inclusive legados espaciales perdidos.
Lo verdaderamente interesante es la manera que tenés de abarcar cada misión. Claramente la opción de empezar de entrada a los tiros y escopetazos láser siempre son una opción viable (o casi siempre), también tenemos una libertad a la hora de cumplir las misiones, lo que me permite hablar de un interesante sistema de Persuasión, que nos invita a pensar y prestar atención al contexto para lograr salir adelante. Tenemos turnos y opciones que nos irán sumando puntos, dependiendo de lo arriesgado de nuestro argumento.
Esta opción me pareció algo súper interesante de introducir porque es algo diferente y mucho más profundo e inmersivo que en otros RPG de la compañía. Sí, lamentablemente, al ahondar en la rama de habilidades lograremos «autopersuadir» a ciertos NPCs lo que podría romper un poco el ambiente del juego, pero si lo que queremos es tomar una ruta más pacifista, es una buena opción. Muchos de los combate más ásperos se pueden sortear si prestás atención al contexto y a la información que te brindan los personajes. No es lo mismo tratar de convencer a un pirata de la flota carmesí de que no le reviente la cabeza a un rehén, que a un magnate de Neón, la ciudad más ciberpunk de los Sistemas Colonizados, de que que te venda ese artefacto específico de su colección.
Opciones como el Sigilo, el Hackeo, el robo y la movilidad (gracias a las mochilas propulsoras de las que hablaré más adelante) también son totalmente viables e interesantes, dando una amplitud de posibilidades.
El hackeo es bastante simple, el nuevo sistema de «cerraduras electrónicas» convierte la experiencia en un minijuego entretenido a la par que frustrante a veces. Y el sigilo es… bueno, sigilo de Bethesda. Tanto que me sentí como en Skyrim cuando te agachás frente a un enemigo y este, por acto de magia, no te ve.
Por otro lado, volviendo al tema de las misiones. Estas literalmente brotan por todos lados. No vas por la calle cinco minutos que, entre la cantidad de NPCs que recorren las ciudades, y las conversaciones que afloran, un nuevo objetivo salta en el diario. Pueden ser tan básicos como «ir a darle un café a este pobre recepcionista» hasta ir a investigar un puesto y momentos después terminás envuelto en un tiroteo con piratas espaciales.
Personalización
A la hora de jugar un RPG pasamos horas diseñando el personaje ideal que cumpla nuestros sueños. Y el creador de personajes de Starfield no se queda atrás. La variedad es algo interesante, aunque la verdad me siento un poco insatisfecho por el apartado visual del personaje si me siento bastante contento con el tema de la elección del trasfondo. Lamentablemente este no cuenta para el inicio, debido a que siempre iniciamos en la misma locación. Pero este trasfondo define puntos importantes para la construcción de nuestro personaje, otorgando bonos específicos y una historia previa que le da vida. Me hubiera gustado que dependiendo del origen y los traits elegidos pudieras iniciar en diferentes partes.
El sistema de progreso también me pareció interesante y curioso de usar. En este juego cuando te plantean la idea de ser lo que quieras ser en el espacio se lo toman a pecho. Tenemos cinco ramas con diferentes especialidades: Físicas, Social, Combate, Ciencia, Tecnología. Cada rama orienta a un estilo de juego y nos da herramientas para abarcar diferentes situaciones. Si no desbloqueamos las primeras habilidades e invertimos puntos, no podremos acceder a las de nivel avanzado. Cada habilidad, además, tiene grados o niveles, que podemos incrementar cumpliendo desafíos relacionados con esa habilidad. Por ejemplo: para subir Láseres de 1 a 2, tendremos que acabar con 20 enemigos con armas láser, logrando adquirir la experiencia suficiente y podremos subir de nivel para ser aún mejor con las armas láser.
Entre tantas habilidades, el sistema de progreso me pareció limpio y ordenado. Para desbloquear las mejoras de, por ejemplo, naves avanzadas, tendremos que enfocar nuestro juego a esa área específica, lo cual nos lleva, de nuevo, a una variedad de misiones y nos habilitará mejoras para seguir progresando. Y nos brinda una gran cantidad de rejugabilidad.
La personalización de nuestro personaje a través de perks o traits específicos, de una personalización estética variada (más aún cuando saquen mods) y un árbol de habilidades progresivo que nos atrae al juego sin duda es de mis favoritas de todo Bethesda.
Naves Espaciales
Un juego en el espacio no sería uno sin una profunda personalización del componente esencial de la exploración galáctica: La nave espacial.
Empezamos con la nave que nos cede Constelación, la Frontier. A la cual podremos modificar, desarmar y añadirle mejoras cuanto queramos. En cada ciudad importante habrá un técnico de naves. Nos permitirá modificar elementos básicos y rearmarla a nuestro gusto y placer. Además de poder comprar y administrar todo un astillero propio. Junto a esto, podemos establecer los puestos y dotaciones de personal para cada nave, armando nuestra tripulación ideal para cada momento y cada lugar.
¿Querés enfocarte en un gameplay de exploración? Entonces tendrás que centrarte en buscar almacenes y bodegas grandes. ¿Te gusta contrabandear? Podés adquirir compartimentos de carga ocultos. ¿Te gusta reventar otras naves y abordarlas? Escudos y armas mejoradas. La variedad de la personalización es rica y profunda y no solo eso, sino que al poder tener más de una nave y poder construirla nosotros mismos, las posibilidades aumentan.
Acá lamentablemente nos detenemos para marcar un punto crítico. La maniobrabilidad de las naves es… reducida y bastante decepcionante. Solo podemos usarla en las órbitas de los planetas a los que lleguemos, y sumado a que no podemos hacer un despegue manual o manejarla con libertad en los planetas a los que aterricemos deja bastante que desear. Sumado al manejo reducido y la escasa posibilidad de disfrutarlo, los combate espaciales se quedan muy atrás. Se resumen en lograr reventarle el escudo antes que te lo revienten, y si bien el sistema de apuntado nos da la chance de abordar las naves enemigas al apuntarles específicamente a los motores para desactivarlos y, de ahí, poder embarcarlas, el combate espacial, que debería ser algo espectacular, se siente pobre.
Comparado con la cantidad de variedad y profundidad que tiene el diseñador de naves en 3D, donde podemos desarmarlas y armarlas como un LEGO, el combate y la exploración espacial son poco estimulantes. La sensación de capitán espacial se va cuando despegamos. Y es algo que no sé si puedo perdonarle. El primer despegue es algo único, pero cuando ya ves por 5ta vez la cinemática se pierde la magia.
Creación
Seré breve y directo en este apartado: la creación y el sistema de mejora de equipo de Starfield es intuitivo, interesante y un poquitín frustrante si te lo parás a pensar. Intuitivo porque es fácil entenderlo: tenemos un laboratorio de investigación en la nave o en nuestros puestos de avanzada, el cual nos habilitará diferentes recetas y mejoras para armas, trajes y mochilas. Interesante porque nos permite una extensa variedad de mejoras personalizadas a nuestro gusto para cada tipo de arma. ¿Querés una escopeta diseñada específicamente para matar robots? Listo. ¿Querés un francotirador con munición perforante para enemigos pesados? Lo tenés. ¿Querés un traje espacial especifico para navegar por planetas con alta radiación? Sin duda. Pero cada mejora necesita un grado de especialidad dentro de una rama de habilidad de Ciencia. Y tardás bastante en conseguirlas a menos que te especialices en ese aspecto. Sin embargo, no deja de ser un sistema de amplias oportunidades.
Lo mismo sucede con la creación de objetos y suministros médicos. Estos últimos, además, me dan una sensación de ser mucho más útiles que en otros juegos. En Starfield si nos descuidamos podemos sufrir diferentes efectos de estado, como contusiones, quemaduras, laceraciones, perforaciones, envenenamientos. Y cada suministro está específicamente diseñado para subsanar estas cuestiones. Ni hablar de las drogas de mejoras físicas para el combate y exploración, las cuales amplían las chances de supervivencia en el espacio.
Al hablar de creación también tenemos que mencionar la capacidad de construir nuestro propio asentamiento. Con poner una baliza ya podemos ir diseñando nuestra propia base estelar en alguna parte remota de algún lugar de la galaxia. Este sistema, parecido al de Fallout 4, nos dará bastante horas para crear y diseñar nuestro lugar ideal. Contando con diferentes tipos de recursos podemos ir ampliando nuestra selección y disponer de cuartos militares, extractores de recursos, generadores de energía y una propia pista de aterrizaje.
Combate
Un juego como Starfield, con la variedad de armas que tiene, las mejoras de trajes, la personalización y la movilidad con mochilas nos ofrece un gunplay muy satisfactorio. Podemos adoptar varios estilos, desde la lucha cuerpo a cuerpo hasta la vieja balística de la antigua Tierra, cada una con sus mejoras y desventajas. Se mejoró bastante en comparación con Fallout y Skyrim, y si bien se extraña el V.A.T.S. las mejoras especificas de cada arma nos dan mucho con lo que jugar, sumado a las minas y granadas.
A lo largo y ancho de la galaxia iremos encontrando mejoras y ciertos detalles que descubriremos al avanzar en la historia, que nos brindarán diferentes maneras de jugar, y verdaderos monstruos para añadir a nuestro amplio arsenal. Con mis horas de juego encima, fui por una rama de armas láser y luego me pasé a balística clásica para poder disfrutar de una hermosa minigun inteligente.
Los enemigos se dividen como en Skyrim, en diferentes categorías y escalan también con un nivel específico. Inclusive algunos tienen una especie de barra de escudo la cual tenemos que eliminar para luego hacerles daño. Las IAs a veces torpes, a veces astutas, parecen que tienen momentos donde entran en un combate táctico bastante complicado de enfrentar, y luego se quedan atrancadas entre una baranda y una puerta, lo cual me hace difícil formar realmente una opinión acerca de estas. Sí, es verdad, que los compañeros a veces toman decisiones de dudosa conveniencia, como cuando te acercás a un depredador natural en un planeta inhóspito y a tu gran compañero se le ocurre la maravillosa idea de estrenar sus cartuchos contra las escamas blindadas de un bicho muy superior a nosotros.
Exploración
Otro apartado que generó controversia al hablar de Starfield fue la capacidad y la libertad de exploración que tiene el juego con respecto a otros títulos como No Man’s Sky, Skyrim o Fallout. La exploración a la vez viene de la mano con la movilidad y la extensión de los mapas. Ya hubo bastantes críticas con respecto a los escenarios y los «muros invisibles» que existen dentro de los mapas a explorar, y varias quejas con respecto a que no se puede explorar todo un planeta de una sola recorrida, sino solo puntos de interés dentro de una determinada área. En este RPG las áreas se dividen en escenarios más pequeños, donde la sensación de «mundo abierto» y «exploración espacial» se pierde bastante. Al llegar a un planeta tenemos que escoger donde aterrizar y de ahí ir a pie o propulsados por nuestra mochila (a la cual tenemos que desbloquear con una habilidad específica para manejarla) por los puntos de interés con nuestro escáner.
Cada planeta cuenta con recursos específicos, formas de vida únicas y vegetación variada, algunos con biomas diferentes y una atmósfera única. Sin duda se le puso más atención a la atmósfera y el diseño de escenarios que a la exploración en si misma. No tenemos mucha superficie que recorrer más allá de la indicada en los mapas, donde puedes encontrar historias y elementos interesantes. Cada punto de aterrizaje es un área separada con sus lugares específicos y bien señalizados para que no te pierdas. Todo gracias a nuestro escáner digital.
Cada planeta tiene, además, puntos de interés fijos, donde la zona de aterrizaje será inamovible, pero luego, tendremos la chance de aterrizar donde queramos, en donde el juego generará una zona procedural de un buen tamaño, a la que podremos recorrer hasta que nos topemos con un muro invisible que nos indicará volver a la nave para seguir explorando. Estos mapas procedurales cuentan con un bioma que coincide con el que vemos en el mapa de mundo, además de zonas y puntos de interés no tan alejados unos de los otros, todo asegurando que encuentres los recursos y enemigos como también criaturas. A esto se refería Bethesda cuando decía que podíamos visitar miles de planetas sin tener que hacer cada mapa a mano.
Mientras más te vas alejando de los puntos de interés y más nos acercamos a la frontera, menos recursos y menos vida encontramos hasta que nos topamos con el muro invisible. Realmente no vale la pena seguir explorando una vez terminamos por resolver las cuevas o puestos de estructura que encontramos, por lo que realmente conviene volver a la nave y seguir en otra zona. Esta es una de las grandes decepciones del juego, junto a que el viaje entre zonas tampoco es muy cómodo que digamos, teniendo que volver a la nave, despegar y volver asentarse de nuevo. El «viaje rápido» no es tan rápido si está entre 4 pantallas de carga realmente.
Para que te des una idea, este sería el proceso antes de tocar tierra:
Primero, tenemos que seleccionar en el mapa estelar el planeta al que queremos ir. Tenemos una primera pantalla de carga al despegar, zanjada por una cinemática, que nos lleva a la órbita del planeta actual. De ahí, tenemos que viajar al planeta destino a través de otra cinemática y una segunda pantalla de carga. Cabe destacar que, en las órbitas de los planetas es donde podemos manejar la nave a nuestro gusto, combatir o levantarnos para caminar en las instalaciones. Luego, una vez en la órbita del planeta destino, seleccionamos el lugar de aterrizaje, y de ahí, después de una tercera pantalla de carga y una cinemática de aterrizaje, logramos llegar. Una vez que aterrizamos, tenemos que bajar de la nave que sería OTRA pantalla de carga más, y recién después de todo esto, logramos pisar tierra de nuevo.
Si bien nunca se dijo de una experiencia sin cortes, inclusive las ciudades están divididas en sectores a los que tenemos que llegar en viaje rápido. Los saltos gravitacionales y los viajes en un mapa entre estructuras también. Por lo que se siente que se pierde la conexión y la inmersión entre tantas pantallas. Esto es demasiado teniendo en cuenta que en Skyrim o Fallout las únicas pantallas eran para entrar a una ciudad o a una dungeon.
Lo que nos queda es, entonces, las ubicaciones hechas a mano que serían los puntos más interesantes, y estaría bueno ver un poco más de dinamismo en tema de las facciones, para recompensar un poco nuestra actividad y la experiencia de avanzar en zonas más difíciles. Otros detalles como las diferentes gravedades que afectan nuestro salto, el tiempo relativo de cada planeta, las atmósferas contaminadas, o los diferentes ambientes tóxicos, que nos forzarían a prepararnos de antemano quedan como detalles mínimos y casi sin importancia.
Acción y desplazamiento
Aunque lo anterior parecería nublar un poco la experiencia, la verdad es que el título de Bethesda hace varias cosas buenas, y en especial destaco el tema de la movilidad. Con el nuevo sistema de O2 y CO2 tenemos una barra de resistencia. Cuando se termina el oxigeno y empieza a llenarse el CO2 sufriremos daño y se reducirá nuestra salud. Este sistema nos obliga a gestionar bien nuestros movimientos y potenciarlos con diferentes cascos y trajes. Además, el movimiento ampliado con las mochilas propulsoras, y destacando que el personajes es mucho más rápido, puede trepar y movilizarse con más gracia y velocidad, le da a los combates una verticalidad asombrosa y muy entretenida.
Compañeros y aliados
Podemos tener un compañero activo que irá rotando dependiendo de las misiones que tomemos, pero además podemos complementar nuestra flota con diferentes aliados, que aportarán habilidades únicas a nuestra nave. Otra adición a esto es la chance de poder profundizar en sus historias personales, e inclusive poder seducirlos, aunque nunca pude llegar más allá de algún que otro comentario. Tenemos un sistema de relaciones que dependerán de nuestras acciones, y bien que algunos acompañantes no son tan… carismáticos como otros, cada uno cuenta con una personalidad única.
Y como es sabido, los compañeros de Bethesda tienen esa manía de meterse en lugares incómodos que entorpecen la experiencia o, en algún caso, reciben algún que otro balazo por accidente, dejándolos incapacitados en el suelo.
PRESENTACIÓN
Gráficos
No me cabe duda que diseñar un juego del tamaño de Starfield es una tarea titánica. El motor usado para mover más de 10 mil objetos con físicas particulares y permitirnos explorar un universo tan grande realmente merece un aplauso para los desarrolladores. Aún con todas las alabanzas el Creation Engine 2 tiene varias cosas por mejorar. Escuché hablar sobre la excelente calidad del juego en Xbox Series, y en PC los gráficos realmente dan para filmar una película.
Utilizar el modo foto es una delicia si encuentras momentos adecuados para hacerlo, y realmente se muestra excelente en el diseño de escenarios. Sin embargo, a veces se ven las costuras y se nota que están casi tapadas con cinta y remaches. Desde las expresiones faciales un poco extrañas, los tiempos de carga a veces demasiado largos, y los viajes rápidos y los espacios limitados para recorrer demuestran la falta de interés por ahondar en algunos aspectos claves que podrían haber beneficiado la calidad de la experiencia.
El Creation Engine 2 tiene varios puntos fuertes y varios débiles, y Bethesda viene trabajando en este juego por 10 años que lanzó con un motor un poco viejo comparados con los que usan otros juegos. Starfield le saca el mayor provecho posible al poner en juego físicas pulidas, pero se queda atrás entre las interminables pantallas de carga.
Ambientación y música
Nada que objetar. Hay muchas cosas buenas y malas que decir de Starfield, pero sin duda, algo de lo que no me puedo quejar es de la música y la ambientación. Y cuando hablamos de la música de Starfield, compuesta por Inon Zur, un genio detrás de la música de juegos como la Saga Fallout, incluido el New Vegas, podemos esperar temas que nos sacudirán el alma. Me recordó muchísimo a la estética de Hans Zimmer de Interestellar en algunos aspectos. Sin duda vale la pena solamente comprar el álbum, y si querés, de regalo, te dejo la banda sonora disponible en Spotify.
Bugs
Bethesda y Bugs. Bueno gente, tocaba hablar de lo incómodo. Todos sabemos la relación que tiene esta empresa y los errores. Los que jugamos Skyrim los conocemos, los fans de Fallout los han sufrido. Y sin embargo, en Starfield me topé con casi ningún bug en las 30 horas de juego que llevo. Sacando de lado algún que otro error de un NPC sentado en la cabina, pero en vez de estar en la silla traspasaba la consola y quedaba flotando en el aire, o cierta vez que le disparé en el pie a un pirata y este salió volando hacia el infinito y más allá, o la vez que exploté la mochila propulsora de un Espacista renegado y quedó clipeado en el techo, realmente los bugs con los que me crucé pude, por suerte, contarlos con los dedos de una mano. Es verdad, todos sabemos que Todd dijo que sería el juego con menos bugs de la historia de Bethesda, pero sorprendentemente es cierto.
Rendimiento
Me duele de corazón tener que decir esto, pero a pesar de todas las virtudes que podría llegar a tener Starfield, el rendimiento en PC no es una de ellas. Jugué a través de un código de Steam y mis especificaciones son:
- CPU: AMD Ryzen 5 5500
- RAM: 16 GB
- Windows 10 con las últimas actualizaciones.
- Placa de Video: NVIDIA GeForce RTX 2060
Tuve problemas con muchísimas cosas. Desde pantallas de carga lentas, lag a la hora de interactuar con NPCs, que la voz y las expresiones faciales iban a destiempo, drops de fps muy violentos, combinado todo esto con que la música parecía trabarse y cortarse de vez en cuando. Realmente me empantanó bastante la experiencia del juego, pero luego de introducir el mod para poder usar el DLSS y un par de retoques personales hice que Starfield y yo nos llevaramos un poco mejor.
CONCLUSIÓN
Cuando pienso en Bethesda vuelven a mi todos esos años de juventud en la secundaria, disfrutando de Skyrim y Fallout 3. La empresa tiene en mi un lugar bastante especial en mi corazón, y Starfield es, a todas luces, un juego que realmente viene para quedarse. A pesar de los problemas de rendimiento y otros detalles más que, quizás te hagan dudar de la veracidad de mis palabras, la primera cosa que se me viene a la cabeza al pensar en este juego es: irregularidad.
Con elementos tan profundos de personalización de naves, armas, una historia inmersiva y gratificante, pero opacada por problemas de rendimiento, promesas inconclusas y muchas pantallas de carga, Starfield es un juego que (redoble de tambores) merece la pena probar al final del día, que nos deja ser quién queramos ser en un universo rico y lleno de contenido. Si bien el rendimiento en PC deja que desear, en Xbox Series el desempeño es impecable según compañeros de nuestro staff. Espero, y ruego, que Bethesda se dé cuenta de las quejas y brinde soporte a los jugadores de PC. Próximamente, vendrá una actualización que permitirá activar el DLSS sin necesidad de mods, y otras mejoras de rendimiento que por fin harán que este juego brille tanto como se esperaba. Sin más que decir, te agradezco que hayas leído hasta el final.
De la mano de Bethesda aparece Starfield, un RPG de mundo abierto espacial que parece no haber sobrevivido a las expectativas puestas pero que no deja de ser una experiencia interesante.
Análisis
- Precio / Calidad
- Gráficos
- Jugabilidad
- Sonido / Música
- Historia