Siempre que existen juegos con éxito, las secuelas vienen cargadas con expectativas, muchas expectativas. La primera entrega de Ghostrunner nos brindó una experiencia única de FPP (First Person Perspective) estilo slasher, y ahora su secuela homónima trae todo lo bueno del primero y mucho más. Tiene todo lo que una buena segunda parte tiene que tener: captura la esencia del primero y renueva, innova y mejora las faltas.
Desarrollado por One More Level y publicado por 505 Games, este frenético juego estilo cyberpunk, en donde la muerte nos encontrará con un solo golpe, nos pondrá a prueba, tanto en la paciencia como en los reflejos, a través de una historia que es la continuación directa de su primera entrega. En mi caso, conocía poco y nada acerca de la franquicia, y tuve que speedrunearme (irónicamente) el primer juego para tener consciencia de todos los cambios (y si querés calentar motores, podés pasarte por nuestra review del primero antes de arrancar) y la verdad que me encontré con una gran y grata sorpresa. Ahora si que se viene lo bueno, preparate un café y ponete cómodo, no seas fantasma que arrancamos a correr.
HISTORIA
Teniendo en cuenta que este juego es la secuela directa y hasta recién desconocía todo sobre la franquicia, como muchos de ustedes, haremos un rápido resumen sobre la historia del primer juego, para ponernos al día, y de paso dejamos el video resumen con la narración especial que tampoco tiene desperdicio.
Previamente, en Dharma Tower, despertamos entre la basura, encarnando al Ghostrunner, un ciber-ninja de última generación, el último de los nuestros, y bajo la guía del Arquitecto, una especie de IA ultra avanzada, a la que le debemos nuestra reactivación, nos guiará a través de la torre para acabar con Mara, la Maestra de Llaves, quien en su afán por beneficiar a la humanidad, terminó por desarrollar un plan siniestro para convertir a los habitantes de la torre en mutaciones extrañas, capaces de sobrevivir al ambiente tóxico fuera de la torre.
Viajando a través del Ciber-Vacío, el espacio virtual de la red, y la Torre Dharma, el último refugio de la humanidad, atravesaremos todo tipo de pruebas hasta acabar no solo con Mara, sino también con el Arquitecto, teniendo en cuenta los siniestros planes del mismo. Al final de cuentas, eliminamos a un tirano para reemplazarlo por otro, pero Jack (El Ghostrunner que encarnamos) decide cortar todo esto de una vez, y con la caída del Arquitecto, fundador de la Torre, también cae el ciber-vacío, la red a la que estamos conectados, y con ello, nuestro sistema falla y… caemos…
Para volver con todo. Con una reactivación meses más tarde, el grupo de rebeldes llamado «Los Escaladores» toman la Torre ya sin líder. Connor, el actual líder, reúne a los que quedan del grupo de Escaladores, entre ellos a Zoe, la joven que nos da una mano en el primer juego, a Saul, un investigador y a Adrian Bakunin, quien se suma luego de la primera misión, cuya mala reputación lo precede. Muchas sospechas empiezan a correr por la Torre, nuevos enemigos, los Ashuras y el posible regreso del Arquitecto mantienen a todos en vilo, hasta que poco a poco, entre misiones, empieza a revelarse la verdad.
A diferencia del primer juego, la historia profundiza en puntos claves que la entrega anterior deja sin responder. Podemos ver las caras de los personajes, y esto es un puntazo a favor. Por fin podemos conocer a quienes nos hablaban por el intercomunicador, y es un alivio ver que figuras queridas, como a Zoe, que nos brinda soporte a lo largo de las misiones.
Incluye, además, un momento entre misiones en donde podemos recorrer el centro de comando, charlar con nuestro compañeros e indagar más. A lo largo de nuestras misiones iremos conociendo otros personajes que se sumarán a la base, y podremos indagar y charlar con ellos acerca de datos históricos interesantes. Casi siempre después de cada misión aparecerán nuevas opciones de diálogo.
Jack mantiene esa personalidad semi-neutral, fría y pragmática, pero con algunos tintes de humor. Realmente hay algunos diálogos que… dejan que desear, pero la trama general de Ghostrunner II como continuación nos responde varias preguntas claves acerca del mundo: ¿Cuál es el origen de Dharma y por qué existe? ¿Qué son los Ghostrunners? ¿Quién realmente fue El Arquitecto y Mara? Eso y mucho más podremos descubrir, revelando los fantasmas de un pasado fugaz.
JUGABILIDAD
Cuando jugué el uno me encontré con un gameplay frenético, feroz y bastante áspero. Un hit y a dormir, reinicias desde el punto de control más cercano. Esta lógica se mantiene en esta entrega, y la verdad está muchísimo más pulida, más que nada, todo está mucho más pulido que la primera entrega.
Los niveles mantienen ese estilo de plataforma combinado con combate frenético y violento. Como la entrega anterior, mantiene este estilo de misiones lineales en las que tendremos que resolver puzzles, pasar a través de obstáculos y eliminar enemigos para avanzar. Para ello contamos con nuestra fantástica herramienta de masacre: la katana del Ghostrunner. Y un surtido arsenal de habilidades. Esto no solo acaba acá, también contamos con los sentidos agudizados, al apretar Shift entraremos en el tiempo bala que nos permitirá hacer un Dash hacia donde estamos apuntando. Esta habilidad es clave para poder orientarnos, esquivar, movernos por el mapa y hacer espectaculares combos. Conserva además habilidades como el gancho para movernos por el mapa, brindando una variedad de caminos posibles a la hora de pelear en la misma zona.
Acá también tenemos la diferencia con respecto al primer juego: mientras que en la primera entrega contábamos con un número limitado de dashes y el desvío solo podía funcionar de manera intermitente, es decir, que no podíamos mantenerlo, en esta entrega añaden un sistema de aguante, lo que brinda un gameplay mucho más rápido. Desviar y dashear nos consume aguante, y con este nuevo sistema de desvío nuestra supervivencia aumenta muchísimo. Al poder mantener el desvío, si bien consumiremos aguante, podremos desviar muchos más ataques, y mantiene el efecto del parry, que si logramos desviar en el momento correcto, podremos devolver el proyectil a donde estamos apuntando.
Contando estos cambios, también tenemos un sistema de mejora diferente al Tetris del primer juego. Tenemos una «placa base» a la que podremos ir mejorando reuniendo chips escondidos en el mapa. Al mejorar la placa conseguiremos una habilidad definitiva, la cual solo podremos activar cada cierto tiempo. Por supuesto, habrá mejoras para acelerar el proceso de recuperación y darles nuevas funciones.
Contamos, además, con tres habilidades que nos funcionarán tanto en combate como para resolver puzzles y desafíos: los Shurikens, que en la entrega anterior solo eran de uso limitado, ahora siempre los tendremos disponibles mientras carguemos la barra de uso, la habilidad de Ciclón, que también estaba en la entrega anterior, que nos permite empujar enemigos y una habilidad extra nueva, que tendremos que descubrir.
Estas habilidades se integran al juego de manera progresiva, avanzando entre niveles iremos desbloqueando junto la historia, además, cada una tiene sus mejoras en la placa base, junto con diferentes ramas de mejoras para orientar nuestro estilo de juego. Podemos construir a Jack de la manera que nos quede mejor y más cómoda. En mi caso, orienté todo mi estilo en mejorar la movilidad, los dashes y los shurikens, haciendo del Ghostrunner una ráfaga de viento letal y precisa.
Y por si todo esto de la acción frenética y las misiones no fuera suficiente, el juego integra dos modalidades extra: las terminales de desafíos, que encontraremos a lo largo de los mapas, escondidas, que nos pondrán a prueba bajo cronómetro, y si superamos el desafío con tiempo récord, ganaremos más chips de mejora.
El segundo modo es RogueRunner.Exe, un sistema de desafíos en fase, en el cual iremos avanzando por una ruta, elegiremos entre desafíos de combate y de parkour. En este modo tenemos vidas limitadas, lo que hace que sea un verdadero problema el morir. Podremos recuperar vidas cumpliendo desafíos difíciles, y además conseguiremos mejoras para seguir avanzando. Antes de pasar a la fase siguiente tendremos que completar la anterior por completo, y al morir se reinicia todo desde cero. Las recompensas de este modo son estéticas para el personaje y brinda un montón de horas más de jugabilidad.
Y por último y no por menos importante, el juego añade unos niveles mucho más abiertos donde podremos usar la Moto, no solo tendremos que avanzar entre enemigos, sino que ir superando las pruebas aéreas, movernos por túneles y pistas excelentemente diseñadas, y el combate motorizado es una delicia. Integra rápidamente todas las funciones del juego en un nuevo estilo motorizado y armado hasta los dientes.
PRESENTACIÓN
GRÁFICOS
Se ve aún mejor que el primer título, básicamente. Y está sorprendentemente optimizado para lo bien que se ve. Lo jugué en calidad Épica y con el DLSS activado en modo calidad, lo que brindó una experiencia luminosa, pulida y rápida. Si se notó que en algunas pantallas de carga tardaba un poco, y en el momento de cargar un nivel se notaban las texturas extrañas, como si no terminasen de cargar, pero al instante se solucionaban.
Además, el Unreal Engine 4 que usa el juego es compatible con el modo Ray Tracing, haciendo de los escenarios estilo ciberpunk, cargados de neón, un lugar único. Y esto se destaca también en los escenarios abiertos. Se puede aprovechar muchísimo el modo foto en todos los escenarios, brindando capturas únicas y efectos de corte cinematográfico. Lo único malo, que es un detalle personal, es que el modelo del personaje no se deja ver en el modo foto.
SONIDO / MÚSICA
La banda sonora es un elemento clave para la inmersión de este juego. Como bien diría una de las reviews que leí tiene un efecto tremendamente adictivo, y lo que provoca este efecto es nada más y nada menos que la música, compaginada para ambientar perfectamente escenarios de combate y de parkour, haciendo que los combates se sientan más violentos y frenéticos, las peleas de Jefe más épicas, y las persecuciones en moto salidas de una película. Te dejo el OST que, lamentablemente, aún no está en Spotify, pero que se puede adquirir vía Steam y Epic.
BUGS
Dentro de todo lo bueno que está el juego, parte de la experiencia se vio obstaculizada por un extraño bug. En una misión específica, no sé si fue por temas de rendimiento, error de carga o algún motivo aparente, los enemigos de una zona no aparecían, provocando que no pueda avanzar a la siguiente zona. Lo bueno de esto es que el soporte de 505 Games y la gente del Discord fueron de gran ayuda a la hora de reportar el error y solucionar el problema rápidamente.
RENDIMIENTO
Con las siguientes especificaciones y la calidad en épica, siendo esta la más alta, y el DLSS en calidad, el juego corre como la seda, sin ningún problema. Es más, hasta me sorprendió que, con la calidad del juego se pueda recargar rápidamente los checkpoints de las zonas. Muy pocas veces tuve bajones de FPS, que rápidamente se ajustaron.
- CPU: AMD Ryzen 5 5500
- RAM: 16 GB.
- Windows 10 con las últimas actualizaciones.
- Placa de Video: NVIDIA GeForce RTX 2060.
CONCLUSIÓN
Los muchachos de One More Level literalmente fueron para adelante, apretaron el botón de Upgrade. Ghostrunner II es, aunque más fácil, mejor y más pulido que su entrega anterior. El combate se siente y se ve mejor, el sistema de mejoras y las mismas son mucho más interesantes, el sistema de habilidades da un basto arsenal variado para adaptar nuestro gameplay a gusto. El diseño de niveles mejoró y hace mucho más entretenido el morir y repetir la zona, diluyendo ese sentimiento de frustración. Y en lo personal, los niveles de la Moto son de lo mejor, es una delicia de juego.
Si bien el juego tiene una velocidad frenética, pasa que, como en el anterior, parte de la historia se narra mientras estamos masacrando enemigos y evitando que un solo proyectil nos mate, por lo que se pierde bastante la línea narrativa, esto más o menos lo compensa el poder charlar con los personajes dentro del Centro de Comando.
Se nota que los desarrolladores quisieron adaptar una versión más accesible y fácil para nuevos jugadores, puesto que el primer Ghostrunner me hizo llorar sangre en algunos niveles por los altos grados de dificultad. Luego de jugar esto, la secuela se sintió muchísimo más fácil y accesible, pero no quita que haya zonas que sean complicadas, solo que los diseñadores supieron tomar este elemento frustrante de morir y repetir y hacer que sea mucho más llevadero y divertido. Y si después de esta review no te ponés ya a correr, entonces no sé como más convencerte. ¿Recomendado? Totalmente, tanto la primera como la segunda entrega. ¿Hace falta jugar el primero antes que el segundo? En lo personal, es recomendable. Sentirás mucho las mejoras técnicas, y se disfruta mucho más la historia.
La primera entrega de Ghostrunner nos brindó una experiencia única de FPP (First Person Perspective) estilo slasher, y ahora su secuela homónima trae todo lo bueno del primero y mucho más. Este frenético juego estilo cyberpunk, en donde la muerte nos encontrará con un solo golpe, nos pondrá a prueba, tanto en la paciencia como en los reflejos.
Análisis
- Precio / Calidad
- Gráficos
- Jugabilidad
- Sonido / Música
- Historia