Ya nos habíamos visto antes con una entrega de metroidvania de Rogue al que le habíamos hecho una review. Estamos hablando de Benedict Fox. Ahora, Rogue y Subcult Joint LTD presentan un nuevo protagonista con un nuevo juego: Cherry, un tipo de androide especial, con la misión de destruir y aniquilar a quien se llevó a su creadora. Con una estética dibujada a mano, este juego trae furia, sangre y vísceras en 2D. Antes de que termine el año, te invito a esta review express de uno de uno de los últimos metroidvanias del 2023.
HISTORIA
INFONET controla todo. En este distópico futuro, Viktor Garbanzos descubrió los secretos de la Megaestructura, prometiendo la inmortalidad, a través de traspasar las almas a androides llamados Denzels. En el centro de la Megaestructura, el líder de INFONET descubrió los secretos de la energía del Vacío.
Una científica, Shinji Fallon, investigadora de INFONET, se propuso acabar con la tiranía, y construyó su propio Denzel: Cherry, el cual… despertó algo más. A medida que su relación evolucionaba, fueron descubiertas. Con Shinji secuestrada y Cherry aniquilada, pareciera que ya no había chance para los rebeldes. Hasta que Raz, un mecánico renegado logra reconstruir a Cherry y ponerla de nuevo en marcha.
Ahora, Cherry, motivada por la furia y la rabia, avanzará y atravesará toda la Megaestructura para rescatar a su creadora de su secuestrador. Y está bien equipada para ello. Aniquilará a toda la armada de INFONET para llegar a encontrar de nuevo al amor de su vida. En este viaje, se apoyará en diferentes personajes curiosos y de su acompañante, Regina, la cual tiene forma de… No. No preguntes. Lo descubrirás cuando entres al juego.
Una historia simple, directa y con pocas preguntas que responder, además de ser bastante bizarra. Pero lo importante no es el peso de la misma sino a lo que nos lleva: la tremenda masacre que podemos hacer con un variado arsenal.
JUGABILIDAD
Ah, a lo que venimos. Efectivamente. La jugabilidad de Cookie Cutter es lo que destaca. Si bien no es un metroidvania que trabaja aspectos innovadores, el combate y la jugabilidad son refrescantes. Jugué varios metroidvanias este año, juegos como Benedict Fox, 9 Years of Shadows, Blasphemous, y la verdad, Cookie Cutter es refrescante, colorido y fluido.
Contamos, al inicio, con solo una arma que sería el Guantelente. De ahí, iremos consiguiendo mejoras y «Poderes del Vacío», como así componentes, que funcionarían como mejoras permanentes, dependiendo de nuestro nivel de energía.
Primero lo primero: tenemos tanto vida como nuestro recurso más preciado, es decir, Vacío. Nuestra barra de vida la recargamos curándonos con Vacío o ejecutando oponentes. La barra de vacío la recargamos destruyendo oponentes con nuestro ataque ligero, y el ataque pesado, que dependerá del arma equipada, consumirá Vacío y hará muchísimo más daño, y nos permitirá diferentes combos. Estas armas podemos a futuro mejorarlas, y de ahí, desbloquear más daño y mejores combos. Detalle a tener en cuenta: las armas también funcionan para interactuar con el entorno, permitiéndonos abrir puertas por ejemplo.
Los poderes del Vacío son lo más interesante, puesto que estos son lo más potente que tenemos para arrasar en el combate. Desde proyectiles, ataques en área, golpes descendentes. Además de abrirnos paso por el mapa, estos causan buenas cantidades de daño, y barreremos a casi todos los enemigos, sacando, obviamente, a los Jefes. Además de habilidades de daño, otras mejoras, como la Mano del Vacío, nos permitirán mover elementos del entorno y empujar oponentes. La mejora del Dash aéreo también nos permitirá movernos con más facilidad, además de que el doble salto, aunque lo conseguimos bastante adelante en el juego, nos da muchísima movilidad.
Para adquirir gran parte de los poderes, armas y mejoras, tendremos que, obviamente, avanzar por las diferentes áreas del juego. Cada una con enemigos y desafíos variados. Muchas áreas estarán bloqueadas hasta lograr conseguir un arma específica. Y la libertad aparente que tenemos para explorar es bastante dudosa. Los mapas casi parecen indicarnos a dónde en específico tenemos que ir, delimitando nuestro espacio de manejo. No, no me refiero a los marcadores que aparecen en el mapa. Sino que el juego parece que literalmente nos obliga a ir a ciertos lugares.
La exploración y la movilidad, aunque refrescantes y divertidas, a la vez son bastante frustrantes. Ciertas hitbox de los pinchos o efectos dañinos del entorno son, cuanto menos, extraños. Cada área está interconectada y, si bien moverse entre ellas es fácil gracias a los teletransportes de las Estaciones Denzels, algunas son terriblemente frustrantes de llegar y avanzar. Morir y repetir tampoco da un peso importante. a veces conviene morir cerca de un checkpoint para recuperar todo y seguir avanzando. No existe penalización alguna como en otros juegos, donde perdemos «almas» o el recurso de turno.
Otra mecánica que pudo ser interesante es el parry. Ciertos enemigos tienen una barra de Stamina, que podemos romper al bloquear en el momento justo un ataque. Y no, gran parte del juego casi ni lo usé porque es más fácil spamear el botón de ataque en área una vez conseguido.
Las ejecuciones sirven para recuperar vida y dar un momento especial para la muerte de un enemigo. El combate es fluido y divertido, pero los poderes en área lo trivializan bastante una vez conseguido. Llega a un punto en el que destruir a todos con el área y luego ejecutarlos se vuelve una estrategia totalmente efectiva. Exceptuando a los jefes, por supuesto. Hasta el momento de la review, luché contra tres. El segundo jefe venía a dúo, y no fueron tan difíciles, pero sí desafiantes. Cada pelea me llevó a usar un enfoque diferente en cada una y gestionar bien la barra de Vacío, para ver si me curaba, pegaba con el arma o usaba un poder.
PRESENTACIÓN
Gráficos brillosos, efectos estrambóticamente flasheantes, sangre y vísceras dibujadas a mano. Los gráficos y el rendimiento de Cookie Cutter son algo impecable. Pesando solo 16 GB y con una duración aproximada de 15 horas, tenemos un juego bueno para pasar un par de días. La estética es violenta, y los personajes presentados junto con un humor irreverente y bizarra, se alejan de juegos más sombríos y serios, centrándose en una experiencia violenta y sangrienta, con un arte estilo cartoon bien cuidado.
Solo tuve un par de problemas a la hora de seguir con algunos objetivos, como que se repetían o se bugueaba el marcador, haciéndome repetir zonas que ya había completo, pero al instante un parche lo solucionó.
Si algo es importante para mi en este apartado es mencionar el tema de la música y los sonidos. Los efectos de están bien, cada área tiene su tema, y el tema del combate casi siempre es el mismo. Se vuelve un poco repetitivo ciertamente, pero no es algo que moleste mucho. No consta con un repertorio musical variado y es una pena.
CONCLUSIÓN
Cookie Cutter no innova, no trae mecánicas nuevas, no trae nada revolucionario. Y eso está bien. No todo juego necesita traer algo totalmente nuevo. Es un juego que afloja la tensión, ideal para jugar un par de semanas y darle rienda suelta a la violencia interna. El juego te da lo que te dice: armas, poderes y acción y violencia desenfrenada. Exige atención y te pone a disposición una variedad de habilidades bizarras para aniquilar a toda la armada de INFONET. Cada enemigo tiene una ejecución personalizada, bien cargada de gore.
Y entre tanta víscera Cherry termina perdiéndose a veces. Podemos perder de vista bastante fácil al personaje en las batallas. Los escenarios son desafiantes y un poco frustrantes de atravesar. Y el poco soundtrack que tiene ambienta bastante bien este mundo punk de ciencia ficción. Con un inicio lento, tendrás una buena cantidad de contenido que aplastar y machacar a medida que avanzas para recuperar tu amor perdido.
Sangre, vísceras, un androide extremadamente enojado y un enemigo al que derrotar. Cookie Cutter brinda una buena experiencia para pasar el rato y un combate fluido y entretenido.
Análisis
- Precio / Calidad
- Gráficos
- Jugabilidad
- Sonido / Música
- Historia