Escribir una review, como la que estás leyendo, conlleva no sólo tiempo para finalizar el juego, sino también una cantidad fluctuante de este mismo para procesarlo, y así, poder dar una devolución justa del trabajo realizado por la compañía desarrolladora. Además, de una era a esta parte, los videojuegos mutaron. No me refiero a un gen-x que les da la posibilidad de regenerarse, sino, a escribir líneas de código que se transforman en acciones interactivas para otra persona, que, luego de una ardua lucha general, también es considerado arte.
Arte en el significado más explícito de la palabra: aquel que genera algún tipo de sensación trascendental en aquella persona que observa o, más bien, participa, en una obra como es el caso de Planet of Lana, desarrollado por Wishfully, un estudio indie sueco fundado en 2018. Este juego, que marca el debut de la desarrolladora, buscó crear un arte que sobresalga para contar una historia con peso narrativo, y tengo que decirlo, a sabiendas de spoilearles la review: lo logró. El debutante salió a la cancha y dio vuelta el partido, convirtiéndose en lo que creo ya esperaba que fuera: un contendiente (por el momento, solo personal) al GOTY indie 2023.
PRESENTACIÓN VISUAL
Arte en el significado más explícito de la palabra: una pintura en movimiento. Con diseños que plantean una estética única, fuertemente inspirados en producciones cinematográficas de Studio Ghibli, y en concordancia con escenarios de títulos como Inside, Limbo o plataformeros del estilo, Planet of Lana posee personajes y escenarios literalmente fantásticos.
Lana misma tiene una resonancia a Chihiro, mientras que nuestro hermosísimo gatito negro tiene la personalidad y el aspecto visual de los susuwataris, los bichitos con patas de Mi Vecino Totoro. Los diferentes escenarios que recorremos son paisajes soñados, y generan la sensación de ser pinturas interactivas que acompañan el relato y la jugabilidad de una manera increíble. Desde amplios pueblos pesqueros, bosques y hasta desiertos, las diferentes zonas que caminamos son mundos por descubrir y resolver.
Los enemigos, objetos y trampas están cuidadosamente colocados en estos escenarios, que a veces, hasta se convierten en parte del puzzle. Podemos estar pensando en cómo seguir, mientras un robot negro con forma de araña nos acecha desde otra punta de la pantalla, y nuestro ¿gato? Mui, se esconde en hierbas que evitan que sea descubierto por la visión de las máquinas representada por un halo rojo, que solo infunde terror.
Planet of Lana necesita verse como se ve porque es parte del todo que pretende contar: los contrastes en las paletas de colores chocan en las escenas que nos muestran sucesos trágicos, y mientras avanzamos, más nos alejamos de los vivos verdes y azules de la naturaleza más húmeda y nos vamos a una aventura árida, seca, llena de tonos rojos y amarillos, profundizando esta decisión visual-narrativa especista que se desarrolla en el apartado Historia, y justifica también, el porqué de la corta duración del juego.
JUGABILIDAD
Simple pero efectiva, la jugabilidad de Planet of Lana cumple con el objetivo de entretenernos durante las aproximadamente cuatro horas de duración. Podemos mover a Lana, agacharnos, empujar ciertos objetos como cajas, romper algunos obstáculos, indicarle al gato que se quede o vaya algún lugar específico y, muy importante, saltar. Esta limitada lista de acciones no significa que los puzzles serán fáciles, por el contrario, más de una vez nos dejarán pensando cómo se hace para llegar a ese lugar alto más rápido de lo que pudimos hasta el momento. Pero no solo de habilidad serán los acertijos a resolver, encontraremos también de lógica, orden y hasta ¡musicales!.
La mecánica más divertida es la más fantasiosa: la de darle órdenes a un gato y que las cumpla. Nuestro felino amigo obedece cada indicación y será fundamental para nuestro avance porque nos servirá de peso (o contrapeso) para activar switches, distracción para ciertos enemigos y también para saltar a cornisas a las que Lana no llega, logrando que corte una cuerda para que podamos acompañarlo a todos lados.
Un punto fuerte dentro de todos estos desafíos es como se aplica la gravedad, la física, en el juego en general. Lana tiene cierto peso a la hora de moverse o caer, y podemos ver como esto afecta también a la hora de saltar a cierta zona alta, de mover un obstáculo o hasta para resolver puzzles con Mui, nuestro negro compañero de cuatro patas, quien es notoriamente más liviano y rápido que nosotros. Esto se refleja en el movimiento de los enemigos, algunos aún más veloces que el gato, y otros tan lentos como letales.
Por cierto, no hay lugar para errores en Planet of Lana. Si caemos, morimos. Si nos toca un enemigo, morimos. Si el gatito recibe daño… muere. Y nosotros también. Por eso es tan importante el control en este juego. Tuve la posibilidad de jugar tanto la versión de Gamepass en una Xbox Series S como en PC, en Steam. En ambos casos, el control del juego es preciso, porque así lo demandan también los desafíos que enfrentaremos. Por eso, mantengo que Planet of Lana tiene una jugabilidad tan simple como efectiva, que no apunta a realizar acciones súper complejas, pero que profundiza al máximo la simpleza de sus limitantes para generar un juego tan emotivo como entretenido de jugar.
HISTORIA
Lana y Mui. Mui y Lana. Los personajes y, por supuesto, su historia, son el plato fuerte de esta obra. Si bien tenemos los inicios de este juego en un pequeño pueblo pesquero lleno de gente y que también sirve como tutorial de movimiento y sigilo, estamos persiguiendo a nuestro hermano, Elo, hasta que llegamos a la tumba de ¿nuestros padres?. Allí tenemos una charla que se refleja triste debido a que no hay uso de palabras: los personajes de este juego se comunican por sonidos sin subtítulos que claramente son inentendibles pero no por eso intrascendentes.
Cuando estamos prestando nuestros respetos a la tumba que tenemos enfrente, una invasión de robots extraplanetarios aprisiona a todos y cada uno de los personajes que vimos anteriormente; esto por supuesto, incluye a Elo. Desde este momento en adelante tendremos un claro objetivo: encontrar a todo nuestro pueblo y entender qué es lo que está sucediendo y por qué.
Sin entrar en terreno de spoilers, quiero dejar en claro, que comparto plenamente el mensaje antiexplotador de recursos y especies que tiene el videojuego. Considero de hecho que es importante que se empiece a hablar, en todos los medios posibles, sobre causas, que quizás a veces, no terminamos de entender que son y serán una consecuencia grave no para el Planeta de Lana, sino, para el nuestro.
Mui será la Ellie de The Last of Us de este juego; la Navi de Ocarina Of Time y un esclavo de Abe’s Oddysee. Cuando digo Ellie, no me refiero solamente porque no le guste el agua, sino porque será nuestra compañera o compañero (ya que no sabemos el género del gato, y de hecho, no sabemos si efectivamente es un gato). Cuando le decimos Navi, no es solo porque sea nuestra compañera, sino porque muchas veces nos dará soluciones a puzzles donde realmente no sabemos que hacer, como es comentado en el apartado de Jugabilidad. Y cuando digo un esclavo de Abe, me refiero a que siempre y cada una de las veces en donde el personaje, que dependía de mis acciones, murió, me sentí extremadamente responsable de su muerte, muchas veces injusta.
No podemos comentar mucho sobre la historia en general, porque sería arruinar cualquier tipo de sorpresas, de las varias que tiene reservado para nosotros esta obra en su corta duración de cuatro horas. Entendible porque, tuvimos un videojuego, pero el mismo deja claro en ciertos puntos, que puede ser comparada con alguna película nominada a grandes galardones, así como debería haber sucedido con Ori and the Blind Forest. De hecho, encontré varias similitudes con universos de ciencia ficción, ya que claramente la historia de Planet of Lana no se limita a un solo planeta. Star Wars no solo tiene una referencia musical (de la que estaremos hablando en el próximo apartado), sino que recordé literalmente una escena de Episodio VII – The Force Awakens.
MÚSICA Y SONIDOS
La banda sonora está compuesta por Takeshi Furukawa quien también musicalizó The Last Guardian (y ganó un BAFTA por ello). Tengo que decirlo, Peculiar Encounter, es literalmente un tema de Star Wars, y eso no está ni bien ni mal: está inteligentemente utilizado, para hacer una referencia clara e inequívoca a la aventura de la curiosidad que genera un planeta que desconocemos.
Como buena obra audiovisual, Planet of Lana tiene una música que te da la sensación que solo hay soledad, silencio, quietud. Muy por el contrario, la misma está presente durante todo el juego, y acompaña tan perfectamente lo que sucede, que destaca y hasta de alguna forma es un personaje más.
Anteriormente, mencioné un puzzle sonoro que, si bien puede ser resuelto simplemente a prueba y error, pero la mejor solución al mismo nos requiere tener un oído casi musical. Las respuestas de Mui son indicadores importantes a nivel jugabilidad, así como el sonido de algunos enemigos y hasta del agua. Si hay algo que criticar en este punto, es que la accesibilidad no acompaña tanto como debería en este apartado, a aquellas personas con problemas de audición, hecho que es claramente solucionable a mediano o largo plazo con una simple actualización.
CONCLUSIÓN
Compralo o bajalo con Game Pass: este es mi más sincero consejo. Es un juego que disfruté mucho, me generó utilizar mi materia gris a pleno, con un nivel de desafío interesante, y que tiene una gran historia con un importante mensaje.
Por si esto fuera poco, se ve como una película del Studio Ghibli y la música es perfecta. ¿Eso dice que el juego en sí es perfecto? No, claro, la perfección es algo tan difícil como subjetiva de alcanzar. Por supuesto, esto tiene que ver con que Planet Of Lana tropieza narrativamente con ciertas dificultades a nivel jugable y de rendimiento, por lo menos en PC. Sin embargo, y teniendo en cuenta que es el debut de un estudio independiente, considero que es un maravilloso trabajo el que han logrado, que atrajo a grandes personalidades de los videojuegos y la animación a aportar a esta idea.
Por lo pronto, y como me ha sucedido muchas veces desde que escribo para Gaming Coffee, me he encontrado con una larga lista de pequeños grandes estudios. Tampoco es casualidad que este juego llegue a Game Pass desde el día uno, hay un trabajo desde ese aspecto para promocionar grandes obras realizadas con presupuestos más acotados que los manejados por estudios AAA.
Celebro la obra artística que es Planet of Lana y apunto siempre a lo que generan este tipo de videojuegos: líneas de código mezclados con arte, tanto visual como musical, que pueden transmitir un mensaje prioritario para lo que somos como sociedad. Como dije al principio, Planet of Lana es arte y así es como considero debe ser apreciado.
Un juego de puzzles en 2D donde el ingenio y el sentimentalismo se amalgaman para generar una obra de arte interactiva con mensajes especistas de clara urgencia. Corto pero tan bello como intenso.
Análisis
- Precio/Calidad
- Historia
- Jugabilidad
- Gráficos
- Sonido/Musica