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Dreamcore es una experiencia onírica que nos invita a recorrer más de cerca los espacios liminales, aquellos lugares que, por alguna extraña razón, se sienten mal. Que nos incomodan con solo verlos, sugiriéndonos que hay algo más entre esas paredes. Los pasillos vacíos parecen extenderse hasta el infinito, provocando un sentimiento de incertidumbre surrealista. Y nosotros te vamos a contar todo lo que pasó dentro de este hermoso paisaje.
Cabe destacar que el juego es de un estudio independiente nacional, creado por Valentin Iribarren, siendo Dreamcore su primer debut en la industria. Y por lo que propone, recuerda muchísimo a las cintas VHS de las primeras producciones acerca de los Liminals Spaces y los Backrooms, dejando espacio para la incertidumbre y la duda, generando miedo no con gritos ni con monstruos, sino con la incomodidad de estar terriblemente solos en un lugar extraño, donde no sabemos que está la salida. Desarrollado por Montraluz y publicado por TLÖN Industries, Dreamcore es una aventura onírica sumamente interesante.
INTRODUCCIÓN
Para comprender Dreamcore vamos a hacer un pequeñísimo paréntesis para adentrarnos en el corazón de su estética, y la razón por la que este juego puede ser tan llamativo, siendo tan simple, y la razón es que trabaja perfectamente el concepto de Espacio Liminal o Liminal Space. Este concepto deviene de lo que conocemos como Liminalidad, del latín «limes» que significa «frontera», «límite» o «umbral». Es estar en el límite entre una cosa y la otra. Entre los espacios de una cosa que se ha ido y otra que está por llegar. El estado de ensueño o duermevela, donde la vigilia se confunde con el sueño, podría ser considerado un momento «liminal» y tal es el motivo por el cual Dreamcore trabaja tan bien.
Los espacios liminales son, de cierta forma, espacios entre espacios. Popularizados en internet como toda una estética, cuyo exponente más conocido serían los Backrooms, o las «salas traseras de la realidad», estos lugares muestran sitios de pasaje común, como pasillos, cuartos de descanso y lugares de paso bajo una luz inquietantemente vacía, desprovista de gente o razones, pero también entran en estos lugares espacios nostálgicos, como casas pulcras y vacías, evocando una sensación de vacío, de extrañeza. Sabemos que este lugar existe, que es posible y real, pero se siente que algo anda fundamentalmente mal. Algo no encaja del todo en este sitio. Parecido al efecto del Valle Inquietante o «Uncanny Valley» donde reconocemos que un robot se parece a un humano, pero es lo suficientemente ajeno para ser artificial. Dreamcore produce el mismo efecto de valle inquietante con la arquitectura y los espacios abiertos, generando este sentimiento de liminalidad entre lo que podría ser la realidad y el sueño.
Es importante destacar todo esto porque el corazón del juego se orienta a esto: recorrer estos espacios extravagantes, oníricos e inquietantes y tratar de encontrar la salida. Muy pocas veces nos encontraremos encerrados o sin camino. El lugar en sí mismo es un laberinto inescrutable en el cual tendremos que valernos de nuestra paciencia y observación para poder escapar.
JUGABILIDAD
La jugabilidad de Dreamcore es simple y llana. Podemos caminar, correr y agacharnos para pasar a través de espacios, y podemos verlo todo a través de una cámara corporal estilo VHS. Nuestro objetivo es, de alguna manera, orientarnos en estos laberínticos espacios liminales y encontrar la salida de ellos. Actualmente, el juego cuenta con dos mapas y no necesariamente tenemos que completar uno para ir al siguiente. La duración de cada puzzle ronda alrededor de 5 horas, y la paciencia es una herramienta clave, junto con nervios de acero y una capacidad de observación aguda.
Dreampools
Caemos por un tubo hasta dar contra el frío suelo de azulejos blancos. Cuando levantamos la cabeza no vemos el cielo, sino más azulejos, y delante de nosotros encontramos piscinas que se extienden infinitamente hasta quién sabe donde. Pasillos suben y bajan de manera retorcida, llevándonos a más y más piletones. ¿Cómo salir de acá? Esa es una buena pregunta. Me llevó bastante tiempo encontrar la lógica de este lugar, más enterarme de que tenía que bajar al sótano y ahí encontrar la salida. ¿Cómo hacerlo? Bueno, eso quedará en ustedes…
Cada espacio cuenta con iluminación y detalles únicos. Desde gigantescas pelotas emoji, hasta inflables que nos siguen con la mirada, lugares empapelados de manera infantil, o toboganes de agua que no llevan a ningún lugar. La primera sensación que nos embarga en este patio de juegos es una incertidumbre que resuena con cada paso que damos. No hay música en este lugar, a menos que nos acerquemos a ciertos lugares específicos... Y encontraremos estructuras extrañas, que no se asemejan más a cosas que podrían salir de nuestros sueños.
Eternal Suburbia
Inspirado en el famoso Level 94 de los Backrooms, este hermoso paisaje que, al principio parece inofensivo, guarda un secreto. Más allá de nuestra vista del valle de casas estilo americano se encuentra una torre de agua. De alguna forma sabés que tenés que llegar a ella… ¿Pero cómo? Si cada casa tiene un vallado, y pasar a través de ellas, parece aún más confuso de lo que ya es el mapa. De ahí hasta la torre tenés un largo trecho… y luego tendrás que encontrar la forma de salir de este barrio idílico, profundizando en túneles oscuros y vecindarios vacíos.
Cada casa está decorada de manera diferente, y por los altos parlantes suena una melodía relajante, que mientras más vamos avanzando más rara se pone. La noche aparece más rápido de lo que esperamos, y el silencio a veces invade el valle, dejándonos a solas con nuestros pensamientos y con la idea de que… algo más podría estar ahí.
Laberintos interminables
Cada mapa guarda los secretos necesarios para moverte por ellos. Prestar atención y salir adelante es clave para escapar. Tenemos cada cierto tiempo un punto especial donde podemos ver un símbolo de guardado, que significa que si nos vamos del juego, podemos empezar desde ahí. Pero no hay mucho más que decir acerca de la jugabilidad. La inmersión es fuerte, y estaría bueno verlo en VR para observar como se siente y se desarrolla este juego. Simple, sencillo e inquietante. Dreamcore aún está por desarrollarse, puesto que faltan varios mapas que, según pudimos leer en la página oficial, están trabajando en ellos.
PRESENTACIÓN
Unreal Engine 5 se presta para hacer escenarios únicos e inquietantes. Con unos requisitos fáciles de cumplir, la experiencia es breve y buena. No es que se preste a mucho más, pero los escenarios que plantea y la atmósfera que construye Dreamcore promete mucho más de lo que aparenta. Con los nuevos mapas venideros, estoy tentado de ver hasta qué punto puede llegar este indie argentino, que sin duda está de lo mejorcito que se estrena este inicio de 2025. Contamos también con un filtro de VHS y de televisión antigua de tubo, dando un par de elementos más a la personalización de la experiencia. Añadidos que podrían marear bastante a ciertos jugadores, yo personalmente los disfruté bastante.
La música y los efectos de ambiente son algo de lo que tener en cuenta también. Como todo juego de terror psicológico y enfocado en una construcción ambiental específica, la música aparece etérea de pronto, como un elemento a tener en cuenta, ya que sabemos que algo está por suceder. Y en un entorno eternamente estático, donde nada va a cambiar a menos que lo movamos nosotros, suele generar una sensación de miedo, de incertidumbre. La típica de «NO voy a ir por ahí», pero no hay screamers ni perseguidores. Tenemos todo el tiempo del mundo para explorar y descubrir qué es lo que nos oculta Dreamcore. Como si fuese un sueño, avanzamos.
CONCLUSIÓN
Otra coronación de gloria. Es bastante común en estos años ver a developers argentinos incursionando en el género de terror, tal como Tenebris Somnia, o Fábulas Porteñas. Y me alegra que se haya retornado a un clásico de muy buena manera como lo es Dreamcore y las Backrooms. El trabajo del equipo de Montraluz en el juego se nota de calidad, y no puede esperar a ver más acerca de los siguientes escenarios que construirán. La atmósfera es atrapante, inquietante, y cumple muy bien el concepto de liminalidad que propone. Si bien no hay mucho que explorar del juego, ya que una vez que le encontrás la lógica al escenario pierde ese efecto terror y solo queda encontrar la salida, pero hasta entonces, el primer contacto es fuerte. Los nervios se tensan a cada sonido raro que escuchás, y los filtros de la cámara le dan más sustancia a un juego simple de walking simulator. Sin duda una experiencia recomendable para todos los amantes del terror y las backrooms, que aunque sea relativamente breve y escueta, vale muchísimo la pena. Dreamcore cumple lo que se propone y espero con ansias ver las futuras adiciones a este juego que ojalá cause sensación a nivel mundial, y eleve la calidad de los juegos argentinos que, ya de base, tenemos mucho que ofrecer y personas de fondo con ideas excelentes y propuestas sumamente interesantes.
Dreamcore
Dreamcore es una experiencia onírica extravagante, relativamente breve, pero con la chance de expandirse y cumplir con todo lo que se propone
Análisis
- Precio / Calidad
- Gráficos
- Jugabilidad
- Sonido y Música
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