[Review] Viewfinder

ViewFinder, la ópera prima de Sad Owl Studios, viene a traernos un juego de plataformas y puzles que nos invita a explorar su narrativa a través de ellos.

INTRODUCCIÓN 

El juego nos pone en la piel de un científico que busca un artefacto para salvar su realidad. Con esa premisa, nos introducimos en una simulación en la que vamos superando distintos puzles, los cuales se van volviendo más complejos a medida que avancemos. Con la ayuda de nuestra compañera Jessica y una amigable IA llamada CAIT, iremos avanzando en este mundo simulado.

La línea que separa lo real de la imagen se desdibuja hasta volverse imperceptible, en el mundo del juego, tienes la posibilidad de superponer imágenes impresas sobre lo que ves, fusionando fotografías, folletos o dibujos con la realidad captada por tus ojos y el fragmento visual que conforma tu campo de visión en ese instante. Esto te permite alterar la geometría del mundo y acceder a lugares imposibles, combinando la realidad con las escenas fotografiadas.

En realidad, este mundo es como un «juego dentro del juego» al que viajas en busca de soluciones para la crisis climática que enfrenta el planeta. Además, estas incursiones en lo virtual te brindan la oportunidad de conocer más a fondo a las personas que idearon ese mundo, comprender sus motivaciones y el propósito detrás de los experimentos que llevaron a cabo, y ahora sigues los mismos pasos que ellos, en la búsqueda de la solución al cambio climático.

HISTORIA

Más allá de ser un divertido juego de puzles en primera persona, muy inteligente y con mecánicas bastante particulares que le otorgan una peculiaridad propia, lo que más te incita a jugarlo no es solo su apartado artístico ni sus puzles, sino sin duda su historia. Aunque simple, logra siempre entretenerte y mostrarte cómo los distintos personajes, de los cuales vamos leyendo o escuchando a través de audios, se relacionan entre sí y con la trama principal.

Jessica, tu compañera que te ayuda al inicio del juego y te contextualiza la situación, junto con CAIT, la divertida IA de la simulación que actúa como narradora, y sus diversos personajes, logran una compenetración del mundo bastante creíble. Esto obtiene justamente lo que busca el juego, que el jugador ya no solo busque ir corriendo hacia el siguiente puzle por lo divertidos que puedan ser, sino que también se pierda un poco en sus niveles buscando desenmarañar la verdad detrás de toda esta historia.

En un momento, antes de terminar lo que vendría a ser el tutorial, se rompe la simulación dejando al jugador recorrer un poco del mundo que habita el protagonista, pudiendo ver que él mismo está en llamas por culpa del calentamiento global, esa es nuestra principal motivación al entrar de nuevo en la simulación, buscar dentro de ella la solución que unos científicos encontraron al cambio climático.  

JUGABILIDAD

Viewfinder es un juego en primera persona, de plataformas y puzles, donde podemos resolver distintos rompecabezas utilizando fotografías que encontramos en los diversos mundos simulados. Dentro de su mundo tienen varios portales, los cuales delimitan cada nivel y en ellos pueden ser entre 3 o 5 puzles interconectados que por lo general suelen invitarnos a resolverlo de la manera que nosotros queramos, siendo más bien creativos.

A medida que avancemos y los puzles se vuelvan más difíciles, aparecerán distintas herramientas en el entorno que nos proporcionarán nuevas variables y formas distintas de resolver un mismo problema. Por ejemplo, podremos utilizar una cámara que nos permitirá explotar la mecánica de utilizar la imagen dentro del mundo, o una fotocopiadora que nos permitirá reutilizar varias fotos que tomemos o encontremos.

Por regla general, los puzles se mantienen accesibles y suelen consistir en alcanzar la salida a través de otro portal, para lo cual seguramente tengamos que usar objetos de nuestro entorno, donde las fotografías habitualmente intervienen.

Viewfinder es uno de esos juegos que invita a pensar de manera creativa y a utilizar los recursos disponibles para lograr los objetivos, ya que pueden surgir situaciones bastante peculiares. Por ejemplo, se puede traspasar cuadros y acceder a zonas nuevas dentro del mismo nivel, como se muestra en la foto anterior, solo para buscar algún objeto que te ayude a superar el nivel.

Si te cuesta mucho encontrar la solución, pasado un tiempo, podés consultar una pista de manera totalmente voluntaria desde el menú de pausa. Eso demuestra el respeto del juego hacia el jugador, su inteligencia y su capacidad para superar retos, ya que no te obliga a ser ayudado, como sucede en otros juegos triples A.

Viewfinder te brinda la satisfacción de llegar a la solución de los puzles por tus propios medios, sin necesidad de ayuda externa. Lo más destacado es que, a pesar de la aparente complejidad de la transición visual de 2D a 3D, los controles son sencillos y funcionan de manera excelente durante el juego.

Dentro de su sencillez, el juego deja claro atreves de los colores a que sector pertenece cada habilidad, las fotográficas siempre son blanco y negro, aunque podemos ir desbloqueando filtros para las mismas, los cuadros a menudo van a ser a color, y las fotocopias, de la fotocopiadora en muchas ocasiones van a tener un tono mucho más oscuro, siendo el jugador quien decida qué usar en cada momento. 

GRÁFICOS

Con gráficos simples y atractivos, Viewfinder busca captar la atención de los jugadores con un estilo de juego bastante tranquilo al principio, que se va volviendo más oscuro y enigmático a medida que avanzas.

Siendo este el primer juego de SOS (Sad Owl Studios), buscaron perfeccionar el sistema de físicas del motor Unity, logrando un equilibrio en el cual cada fotografía que hagamos se pueda plasmar y utilizar dentro de la simulación para completar los distintos puzles a lo largo de la aventura. Conforme más avancemos, los puzles se vuelven más complicados y enrevesados.

Utilizando una amplia paleta de colores y una gran cantidad de imágenes, cuadros y fotografías que podemos utilizar en el entorno, Viewfinder logra sacar a flote nuestra creatividad a la hora de resolver sus intrincados problemas mientras seguimos al protagonista en su búsqueda.

Al final del día, Viewfinder sigue siendo un juego independiente donde los entornos no son tan amplios y el nivel de detalle es el esperado para un juego hecho en Unity. Las texturas no son hiperrealistas, pero esto hace que el estilo de juego sea más satisfactorio y acorde con el entorno. Lo que más llama la atención de los gráficos es cómo las fotos, cuadros e imágenes en 2D encuentran su lugar en el escenario 3D, y justamente eso es lo que logran gracias a cómo se ven.

MÚSICA Y SONIDO

La música de Viewfinder logra un sonido muy característico, creando momentos de silencio incómodos y, en muchas ocasiones, provocando una sensación de incomodidad deseada. En definitiva, la banda sonora está totalmente lograda.

Cada uno de los distintos tipos de imágenes que se pueden encontrar en el juego tiene su propio tipo de sonido distintivo, al igual que los diferentes tipos de filtros aplicados a las fotografías. De esta manera, el juego puede transmitir una gran variedad de sentimientos con cada imagen. A medida que avanzamos en el juego, cada nivel tiene su propia temática, no solo visual, sino también sonora, lo que refleja las características de quienes vivían en esos portales. Esto brinda más contexto al panorama general y otorga mayor personalidad a cada una de las zonas del juego.

CONCLUSIÓN 

Para Playstation 5 o Steam, Viewfinder es un videojuego con una historia hermosa y significativa que te invita a reflexionar. Es un juego divertido debido a sus puzles, y aunque rara vez tuve que repetirlos más de una vez, a menudo me quedaba atascado pensando en cuál sería la mejor solución. Una vez que lo lograba, los repetía para hacerlo de la manera más óptima.

Es un juego independiente en todos los aspectos, con su simplicidad y su diseño visual que busca atraer a la mayor cantidad de jugadores. Sin embargo, sorprende con puzles realmente difíciles y entretenidos, así como experiencias visuales innovadoras en los puzles opcionales. De esta manera, logra ofrecer una dificultad llevadera que evoluciona de forma natural a medida que el jugador se familiariza con las distintas mecánicas que van apareciendo.

Con una historia narrativa que en un primer momento no te termina de convencer, pero que a medidas que avanzas tu curiosidad por el mundo que te rodea te termina absorbiendo de alguna manera, llegando al final el juego te da unas respuestas a todas las incógnitas que fue abriendo que aunque parezca poco le da un cierre con mucho significativo personal.

Música pobre, pero ideal para la historia que te cuentan, no busca resaltar ni ser la protagonista, juega con los silencios y genera la tensión deseada, aparece cuando se la necesita y se va cuando sobra, hace que las diversas situaciones del juego no se sientan pesadas ni monótonas.  

Sin duda, lo más destacado es la forma en que las imágenes, fotografías, cuadros, pasan de un plano 2D a uno 3D sin que el juego explote. Logra de una manera poco vista y bien lograda que todos los puzles se resuelvan con tu perspectiva de la realidad, y los distintos puntos de vista que te deja usar el videojuego. 

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