[Review] Nobody Wants to Die

Who wants to live forever no es solo una de las mejores canciones de Queen, sino también uno de los pensamientos que todos nos hemos hecho alguna vez, ¿cuál es el precio a pagar por la inmortalidad? Nobody Wants to Die busca responder esa pregunta, en este juego de cyberpunk que mezcla el estilo noir detectivesco se descubre la cura para la vida eterna, pero en esta ciudad donde el capitalismo está más marcado que nunca, todo puede salir mal…

INTRODUCCIÓN 

Bienvenidos a Nueva York, año 2329, en este mundo de cables y tecnología donde todos pueden disfrutar de cambiar de cuerpos cuando su caparazón se está quedando viejo… claro, todo por un precio, quien no pueda pagarlo deberá exponer su cuerpo y mantener su consciencia en un «banco de memorias» hasta que puedas pagarlo.

Una de las desafortunadas almas que viven acá es James Karra, un detective que por un accidente tuvo que hacer un cambio de cuerpo, pero este trabajo no brinda el dinero necesario para el cuerpo más saludable, teniendo que conformarse con un caparazón rango E, considerado uno de los peores rangos. Este cuerpo pertenecía a un drogadicto y ahora James se tendrá que adaptar a él, mientras recupera los recuerdos que lo llevaron a donde está ahora (síntomas usuales al cambiar de cuerpo), especialmente los de su difunta esposa Rachel.

Un gran precio a pagar

Al iniciar tu aventura, observas una breve introducción, al buen estilo Fallout, acerca de esta «maravillosa» cura para la inmortalidad. Seguido de esto, James se encuentra en su auto viendo una película con su mujer, cuando de repente ¡PUM! Era una alucinación, ella no está ahí. James, luego del accidente, está trabajando fuera de la red de policía, pero siguiendo las órdenes del jefe de los mismos. Él consigue una nueva misión: Un importante multimillonario ha sido asesinado, es tu trabajo ir y buscar su «ichorite» una parte del cerebro necesaria para que el individuo pueda transferir su mente a otro cuerpo. Es en estos momentos donde podemos ver el gran detalle de la ciudad de Nueva York y como ha evolucionado (o involucionado) en estos siglos, el equipo de Critical Hit Games presentó gran atención a formar una atmosfera creíble, una estética llamativa y una ciudad digna de poner como wallpaper en el escritorio con cada frame.

¿Alguien… realmente murió?

Con tu nueva compañera Sam, quien se mantiene a la distancia mediante la radio, James investiga la mansión de este multimillonario llamado Green, todo parece ser un trabajo normal, si la muerte no tiene peso, el trabajo del detective es simplemente sacar el ichorite y enviarlo a un nuevo cuerpo… pero algo anda mal, el ichorite de Green está frito, no hay manera de recuperarlo, esto quiere decir que el millonario ha llegado a su muerte final. James es comandado por el jefe de la policía de tachar esto como un suicidio, pero James se niega y comienza a investigar.

El inicio del juego es muy llamativo y provoca que el jugador se empiece a hacer preguntas, además de una gran introducción a este distópico pero bello mundo, con un protagonista muy marcado por las series de detectives noir, con una mezcla de ciencia ficción. 

JUGABILIDAD

Mientras que el juego tiene un claro énfasis en la historia más que en su jugabilidad, el jugador es quién controla lo que James descubre. En cada escena del crimen que el detective investiga, tendrás distintos elementos para utilizar y descubrir pistas.  

El Reconstructor 

Posiblemente, la herramienta más distinguida del juego, este te permite revivir eventos del pasado al encontrar un par de pistas que ayudarán al Reconstructor entender mejor lo que realmente pasó. Al realizar un corto Quick Time Event, podrás usar dos teclas para retroceder y avanzar en el tiempo. A la izquierda de la pantalla se observa una línea de tiempo que marca lo mucho que se puede ver con esta herramienta, donde se puede observar una sección pequeña en amarillo, que indica que hay algo por descubrir… 

El Reconstructor da un recuerdo a cierta habilidad de Cyberpunk 2077: los braindances, que funcionan prácticamente igual, teniendo la posibilidad de ver memorias pasadas como un video, con la habilidad de pausar, retroceder y avanzar en la memoria y teniendo ciertas secciones que el juego marca como importantes. Pero Nobody Wants to Die busca que sea una herramienta más recurrente y teniendo un impacto mucho más grande, contando con ciertas secciones del juego donde podés ver momentos específicos de explosiones que son espectaculares, observando cada detalle. 

X-Ray

Una simple herramienta que permite ver lo que el ojo humano no puede, se puede observar a través de las paredes y la ropa de las personas según dice el juego, esta última parte es mentira, lo comprobé (todo por amor a la ciencia y a la review obviamente). Esta es utilizada principalmente para ver cables que dirigen hacia escondites secretos o puertas enigmáticas. El X-Ray es casi obligatorio para juegos de detectives de la actualidad, tenemos que agradecer a Batman: Arkham por eso y siento que agrega un cierto aire de misterio a las escenas del crimen, eso si no fuera porque no puedo ver casi nada mientras lo uso. James mantiene el X-Ray en su mano al borde inferior derecho de la pantalla, dejando muy poco espacio para ver. No sé si la idea de los desarrolladores era para que se vea más en detalle el ambiente de la escena o simplemente para que no sea tan fácil de ver para el jugador, de igual manera se vuelve tedioso.

Lámpara UV

En cada asesinato, en los lugares más escondidos y fuera de la vista de los policías, siempre va a haber huellas y por eso es que convenientemente este policía puede tener una lámpara que puede ver las huellas de quienes pisaron la escena del crimen. Esta herramienta trae una luz violeta que permite ver en bello detalle pisadas y huellas dactilares, agregando todavía más el aire de misterio ¿a dónde va cada huella?

El resto de la escena del crimen para un detective no presente 

Mientras que usas todas herramientas que desbloqueas ni bien pisas la primer escena del crimen, podés escuchar los pensamientos de James mientras analizas cada una de las pistas, también tenés la oportunidad de usar la cámara de foto para que Sam identifique los cuerpos, esto permite ver en detalle los cadáveres de las víctimas y deja una imagen bellísima digna de una película de detective. 

Mientras que estos elementos hacen que los momentos de revisar las pistas sean muy estilo detective noir, todo esto es realmente una película más que un juego. Desde los primeros pasos ya hay textos que te dicen específicamente que hacer, qué herramienta usar y no deja ningún tipo de deducción al jugador, simplemente tocas un botón, vas de un lado al otro, mientras James dice lo que piensa y concluye tus teorías. Nobody Wants to Die es un juego donde falla en la principal idea del videojuego: ser el protagonista de la historia. En cada escena del crimen, en cada momento que vemos cosas del pasado de James, no se siente que tengamos un decir en ello, a pesar de que hay decisiones por tomar… 

Determina tu destino 

No todo en esta historia son escenas del crimen, hay ciertas ocasiones donde vemos el pasado de James, aprendemos un poco más de su historia en su departamento y en varias conversaciones con Sam, donde empieza a formarse un vínculo con nuestra nueva compañera. Depende de lo que nosotros respondemos, el final de la historia va a cambiar y hay muchos momentos donde podemos tomar control sobre lo que James dice. Esto desafortunadamente es una ilusión, considerando que el juego tiene pocos finales, los cuales son bastante similares y solo 1 elección es la que importa en el juego y otras 2 que hacen que el final varíe en una muy breve escala. Siento que estas decisiones importantes van a perjudicar a unos, pero a otros les gustará saber que no es claro cuál es la opción correcta, considerando de que varias acciones del juego son de dudosa moralidad que llevan al final bueno del juego, pero eso será un debate para los fans a futuro. 

Las conversaciones de los personajes y los breves momentos cómicos mediante el uso de las elecciones, hacen que los momentos tensos dentro de la escena del juego se vuelvan más interesantes. Además de una característica que sí me pareció digna de un juego de detectives: la posibilidad de explorar las escenas o preguntar determinadas cosas a tus compañeros para poder saber más y desbloquear nuevas líneas de diálogo. Desafortunadamente, esto no agrega mucho, considerando que estas líneas no tienen ningún tipo de consecuencia.

Poner las piezas juntas 

Un buen detective, no solo tiene que ver en primera mano lo que ocurre, sino tratar de unir todos los crímenes, para eso se usa lo que Nimona llamaría «MURDER WALL» en este caso «Murder Floor». En el departamento de James, el protagonista trata de poner la evidencia junta y ver como es que todo se une. Nobody Wants to Die da un cierto efecto llamativo mediante el uso de botellas para representar las pistas e hilos holográficos, que no solo traen ese elemento futurista, sino un claro énfasis de que James trabaja por debajo de los ojos de la policía. 

Es el trabajo del jugador para unir las piezas, mientras escuchas lo que piensan Sam y James acerca del caso. El objetivo es unir una pieza con otra para lograr formar una hipótesis, James hará distintas preguntas que se tendrán que unir con la evidencia.

PRESENTACIÓN

Gráficos

El equipo de Critical Hit Games puso una clara importancia en la creación del mundo de Nobody Wants to Die, como se mencionó a lo largo de la review. Con una clara visión de un mundo al estilo Cyberpunk distópico con un claro giro en la idea de la mortalidad. Es realmente impresionante observar la ciudad de Nueva York y como ha sido cambiada para mejor y para peor, mientras se observan la incontable cantidad de cables mezclados con los brillantes colores de neón y los autos volando mientras la lluvia cae en una eterna oscuridad por culpa de las acciones del ser humano que destruyeron el clima del planeta.

El detalle que le dan a todos los elementos estéticos, ya sea los comentarios de James hacia diferentes partes de la ciudad, dando contexto a lo ocurrido o las tiendas que se pueden encontrar, hacen que el mundo cobre vida, en un lugar donde nadie puede morir. Teniendo abundantes momentos donde los desarrolladores permiten a los jugadores mirar cada detalle de los hermosos panoramas que este juego ofrece. En cada habitación, cada cartel, cada pasillo, se puede observar un claro hermoso detalle a la horrenda sociedad del futuro.

Sonido

El soundtrack del juego también fue un énfasis por parte del equipo, siendo un DLC extra para los jugadores la habilidad de descargar el mismo… y está hecho con buena razón. Si bien el OST no es nada que vuele la cabeza de los jugadores, tiene un claro estilo jazz que queda perfecto en aquellos momentos donde James fuma mientras piensa y ve la lluvia, dando así una clara imagen de detective noir. Mientras que la música cambia de ritmo en esos momentos de tensión, tales como cuando el protagonista recorre el pasado y la relación con su difunta esposa; o momentos de más acción donde sube la velocidad para poner al jugador al borde de su silla, todo a pesar de que el gameplay no ofrece la misma experiencia.

A pesar de que no hay un numeroso elenco de personajes, hay que destacar el trabajo de los actores de voz de Nobody Wants to Die, especialmente a Philip Sacramento y a Keaton Talmadge como James Karra y Sam Kai. Cada uno brinda la personalidad de cada personaje a la realidad: Philip logra la voz grave y rasposa de un detective con serios problemas de alcoholismo, mientras que Keaton trae esa personalidad misteriosa que no quiere trabajar con un policia recién expulsado de la red policíaca.

CONCLUSIÓN

Nobody Wants to Die se siente más como una película que un juego, si bien la premisa y el inicio del juego llenan de entusiasmo por saber lo ocurrido en esta ciudad distópica, eso rápidamente desaparece cuando la historia se desengancha del jugador, llegando a una conclusión apresurada y poco clara, que deja poca motivación para volver a revivir la historia y sus otros finales, especialmente considerando que no hay manera de volver a tu partida guardada, ya que no hay sistema de capítulos como otros juegos narrativos de este estilo. A decir verdad esta es solo una de las características que están ausentes en el juego, siendo la principal de ella la falta de un diario que indica todos los progresos del jugador, el nombre de las víctimas o posibles culpables, si llega a haber algún momento donde el jugador se pierde en la historia o no se acuerda el nombre de determinado personaje no hay ninguna manera de ir a algún menú o recargar la partida para verlo nuevamente, Nobody Wants to Die confía plenamente en la mente del jugador.

El juego realmente me decepcionó bastante por como llevó a cabo su historia y las relaciones con los personajes principales, si bien James y Sam no tienen una mala química, no es llevada a cabo de una manera realista. Considerando el corto tiempo del juego, es notorio como apresuran la relación entre los dos, teniendo momentos donde pasan de ver un cadáver descuartizado a decirse entre ellos «Entonces, ¿cómo estás? ¿Cómo es que te anotaste en el cuerpo policial?», de la nada. De igual manera tienen un vínculo que a veces es gracioso, pero que nunca llega a desarrollarse, ya que hay un mayor énfasis en la historia de ambos en vez de la personalidad de cada uno. Si bien James tiene una historia que es llamativa para el jugador, cae en el hecho de que el detective es un estereotipo claro de los personajes de este género y no destaca, pero sí llama la atención su buena voz.

No considero que los juegos narrativos deban ser desacreditados por buscar mayor importancia en su historia que su gameplay, pero cuando el segundo no trae ningún tipo de desafío o pensamiento para el jugador y tenga una extremadamente limitada participación hacen que nunca se enganche y que aparte tenga una historia con un final semi amargo que es apresurado, insatisfactorio y con preguntas sin responder.

Mientras que el mensaje que brinda el juego es el precio por la inmortalidad y la clara atención a la corrupción del capitalismo, todo eso se pierde mediante el desarrollo de la historia James y Sam y del caso en sí, asimismo el mismo final deja esta problemática inconclusa. Además de que es una cuestión que si bien está presente en el mundo y en los inicios del juego, se ha visto numerosas veces y de mejor manera.

Pero no puedo quitar el mérito al buen desarrollo del mundo, de los gráficos, el diseño y el talentoso cast. Nobody Wants to Die está realizado de manera que los jugadores se van a sorprender con cada esquina del juego, con cada mínimo detalle del mundo que observan y con la descripción del mismo, teniendo una premisa que llama mucho la atención para responder realmente cuál es el precio de la inmortalidad, que si bien es explicada, no termina convenciendo del todo.

Honestamente, no es un juego que pudiera recomendar a ninguno, a pesar de que no es un juego de precio completo, y no lo menciono por su corta duración, sino por su abrupto desenlace, su casi inexistente gameplay y la ilusión de decisiones. Si bien el juego puede ser comparado con otros como Cyberpunk 2077 y Detroit Become Human, por mucho de que Nobody Wants to Die tiene su propia identidad, ambos juegos tienen un mejor mensaje y más características que hacen querer revivir la historia de estos juegos y por mucho de que este juego te permita tener vidas infinitas a un precio… no buscaría dichas vidas. 

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